Hay excepciones, pero generalmente esos dirigentes "mueren en el intento" por la simple desidia de sus pares enancada en las carencias señaladas más arriba.

Para tener equipos ejecutivos hay que contar con recursos para remunerarlos y cuando no los hay, como los técnicos no son de primera, las asociaciones, mal que nos pese, son de cuarta.

Pero hay algo que todavía es peor.

Cuando se designan funcionarios para cumplir tareas que de alguna manera se asemejan a las de los equipos ejecutivos, además de hacer de cuenta que se les paga (por lo exigüo de los montos) se obtienen colaboradores que a su vez, hacen de cuenta que trabajan y los resultados, no pueden ser otros que malos, pobres o en el mejor de los casos, inexistentes.

Insistimos con mirar más allá de Los Andes

En la pasada edición recomnendábamos poner el ojo en la FEDETUR chilena y específicamente ingresar a los espacios Quienes somos; Socios y Estudios de su página web y para este artículo, queremos compartir la mirada en el contenido de Estudios, donde están los 14 Barómetros del Turismo Chileno realizados hasta marzo de este 2014 y comentar el editorial firmado por nuestro amigo, el Ingeniero Eugenio Yunis, Vicepresidente Ejecutivo de la organización.

Elegimos hacer esto para demostrar con contundencia como es que se tratan los temas cuando se lo hace desde el profesionalismo y del más demostrado conocimiento. Eugenio Yunis es quien está a cargo del equipo ejecutivo, por tanto no es miembro político sino que su cargo es rentado, veamos lo que dice y cómo lo dice:

La presente edición del Barómetro permite hacer un balance de lo que fue el turismo en Chile y el mundo durante el año 2013. La OMT informó que las llegadas turísticas internacionales crecieron un 5%, mucho más de lo previsto y mucho más de lo que creció la todavía deprimida economía de los países desarrollados. En Chile, por el contrario, el crecimiento del turismo receptivo en 2013 fue casi nulo (0,4%), mientras que varios de nuestros vecinos tuvieron cifras muy positivas (Perú 11,2%, Colombia 7,5% y Ecuador 7,4%).

Las llegadas internacionales a Chile durante los dos primeros meses de 2014 son igualmente decepcionantes y repiten el nulo crecimiento observado en la alta temporada veraniega de 2013. Esto hace muy poco probable que se cumpla la meta de 4 millones de turistas internacionales en Chile en el presente año, que se fijó el gobierno del Presidente Piñera en 2010.

Como ha sido señalado en esta misma editorial en varias oportunidades, los fuertes aumentos en las llegadas de turistas observados en 2011 y 2012 son fruto del crecimiento desde los mercados regionales, especialmente Brasil y Argentina. Pero lo perdido en 2009, por la crisis financiera internacional, y en 2010, por el terremoto, desde los mercados de larga distancia (EE.UU. y Europa) aún no se recupera y no se llega a los niveles de llegadas alcanzados en 2008. Es cierto que la promoción por parte de Turismo Chile ha sido más eficiente, pero los fondos públicos destinados a este fin siguen siendo limitados y los engorrosos procedimientos de licitación de dichos fondos han hecho perder valiosos tiempo y recursos humanos, que podrían haber sido mejor utilizados a través de una entidad promocional público-privada más orgánica.

Por ello, una vez más, FEDETUR planteará al nuevo gobierno tres urgencias en esta materia: i) la reforma de la actual institucionalidad promocional, ii) el aumento significativo del presupuesto público de promoción, y iii) la búsqueda de una alternativa recaudatoria de fondos promocionales, como lo hacen numerosos países con gran éxito. Esperamos que esta vez se escuche la voz del sector privado, que se efectúen con celeridad los cambios necesarios, y que ello permita hacer crecer la demanda turística al mismo ritmo de lo que está creciendo la oferta.

Eugenio Yunis
VicePresidente Ejecutivo, FEDETUR

¿Imaginan en el actual contexto local a un técnico rentado de la actividad privada exponiendo de esta forma?.

Bien, si no lo imaginan van a tener que hacerlo pues este es el camino.

De una buena vez, el empresariado deberá tomar el control de la marcha del negocio y no seguir adaptándose a los programas, las apetencias o los caprichos de los administradores de turno, los cuales simplemente deben hacer eso, administrar, regular, y no conducir.

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