Seguimos saliendo al exterior a promover segunda residencia mientras que pasa lo que todos sabemos en el Puerto de Punta del Este y los hoteles montevideanos serán varios más a la brevedad.

Salvo aquellos dineros sucios cuyos dueños no tienen el más mínimo problema de colocarlo en donde se les indique, los inversores de verdad tienen que estar muy preocupados con los resultados de la ley de inversión que promueve Uruguay en el exterior.

A quienes se les prometió segunda residencia en una especie de paraíso terrenal, no solamernte habría que devolverles el dinero de su inversión sino que habría que pedirles el más sincero perdón.

Mientras que cuando queden habilitados los hoteles en construcción, sobrarán habitaciones y ello traerá aparejado un problema muy grave, ya que la oferta suérará notoriamente a la demanda en la capital uruguaya.

También se anuncia la demolición de un edificio lujoso en Portezuelo.

Todas estas noticias son removedoras y nos obligan a preguntarnos una vez más si no seremos capaces en la actividad privada de generar un espacio de debate con miras a generar políticas de Estado en el turismo uruguayo y a revisar la ley de inversiones.

Estaría bueno ponerse de acuerdo en estos temas y si se da el debate encararlo con altura y con mente-país.

Portal de América