No va a ser fácil cuando se escriba la historia, precisar con certeza cuando fue la fecha de inicio de actividades de esta aerolínea uruguaya, ya que como sabemos, hubo varios días que pueden marcarse como hitos en el desarrollo del emprendimiento.

Transitoriamente las actividades comenzaron en la casona de la calle Miraflores pero sería inminente el acuerdo con las autoridades de Puerta del Sur para pasar a utilizar las oficinas que eran de Pluna en el Aeropuerto de Carrasco, las cuales constituyen un dato más que original dentro de la debacle que desmanteló a la ex-aerolínea de bandera ya que fueron preservadas prácticamente intactas al punto que no exageramos si decimos que las computadoras siguen conectadas a los sistemas habituales.

Hay una firme determinación entre los conductores de Alas Uruguay en no utilizar los 60 días de plazo otorgados para concretar la contratación de aeronaves y todo indicaría que si bien se reconoce, atendiendo a los consejos de varios de los interlocutores relacionados con empresas de leasing, que los equipos ideales son los jets regionales, por el momento, por la disponibilidad actual y en acuerdo a las posibilidades, las baterías apuntan a la familia Boeing.

Pueden ser los 737-300 aunque no hay que descartar la posibilidad de los 737-500.

El precio mensual de los 300 oscila en los 70 mil dólares mientras que un jet regional, los cuales son más jóvenes en general, ronda los 180 mil dólares cada 30 días.

Mientras no se concreta el préstamo del FONDES (se supone que se libera luego del arrendamiento de los aviones), los gastos de funcionamiento inicial son financiados con parte de los salarios del núcleo que empezó a funcionar.

Sabemos que hay mucha gente descreída y hasta en franca discordancia con la existencia de Alas Uruguay y no podemos menos que recordar que ésta, es la única posibilidad que surgió después de la herejía del cierre y que si bien no es la mejor, es la que existe y merece el más profundo respeto la batalla sin cuartel librada por un equipo de uruguayos que no solamente luchó por sus puestos de trabajo sino que tienen muy en claro cuales son las necesidades de nuestra plaza luego de quedar sin Pluna y no hablamos apenas de conectividad aérea.

Una vez más, desde esta tribuna, los mejores deseos, la suerte de Alas uruguay en buena parte, irá emparentada con la del turismo y la economía uruguaya.

Portal de América