Como lo venimos sosteniendo hace mucho tiempo, como lo confirman los verdaderos entendidos, el concepto aerolínea de bandera, por más que los desavisados lo sigan usando, está perimido, caduco, obsoleto, a pesar de algunos rescoldos que aún persisten, inclusive en las cercanías.

El nuevo escenario

Desaparecida la Pluna del último quinquenio de su historia, la más pujante, la más actualizada, la que había encontrado su identidad, la conectividad aérea para Uruguay pasó a ser un gran dolor de cabeza, brillando por su ausencia.

Quedó operando una muy elemental BQB, con escasas rutas, con equipos turbohélice y notorias carencias de know how, sostenida por la imagen de su hermana fluvial Buquebus.

Luego de un desgastante proceso marcado por el silencio y la inacción, aparentemente estaría todo dado para que en breve lapso de tiempo comience a funcionar una nueva aerolínea con bandera uruguaya: Alas Uruguay (aunque aún muchos la siguen llamando Alas U).

En este nuevo escenario entonces, tendremos a dos empresas que habrán de compartir sí o sí el mercado que antes, operaba solamente Pluna.

Este es un dato de la realidad.

Más allá de posiciones, de realidades o de escándalos recientes, hay BQB y en ella, también trabajan uruguayos y se está invirtiendo.

En el reciente Foro del Aire celebrado en el Sheraton durante los días 10 y 11 de octubre, el Gerente General de la nueva aerolínea, Brigadier General Daniel Olmedo trasmitió un mensaje muy claro, realista y totalmente previsor del panorama que se van a encontrar. Habló de trabajar sin temores y sin prebendas.

Menuda tarea le corresponderá a las autoridades para la asignación de rutas y frecuencias.

Hay un compromiso -compartible- de parte del gobierno en otorgarle a Alas Uruguay las rutas y frecuencias que eran de Pluna.

Todos sabemos que Alas Uruguay, por el período que le lleve la puesta en marcha y el crecimiento natural de posibilidades (flota incluida), no podrá cubrir con excelencia todos los servicios que brindaba Pluna desde el vamos.

Estuvimos todo este tiempo reclamando la recuperación de la conectividad y no vamos a cambiar el discurso.

Siempre estuvimos a favor de la libre competencia.

Creemos que con sabiduría y mirando hacia el futuro, todos, deberíamos consensuar el próximo escenario.

Nos preocvupa el actual estado de cosas.

Entramos en una etapa muy compleja y es la que marca el año electoral.

Nunca como ahora estuvo tan embarrada la cancha.

El gobierno sigue sin contratar asesoramiento idóneo.

Estamos convencidos que Alas Uruguay puede convertirse en la aerolínea nacional de referencia que estuvimos reclamando, su gente tiene el know how necesario para hacer lo que se debe pero más que eso, tiene el know how del error y adquirirlo es muy costoso, por ende muy valioso.

Y si ello ocurre, naturalmente, BQB deberá adaptarse a la nueva realidad y apuntar hacia la excelencia.

Ganará la aviación comercial uruguaya.

Ganaremos todos.

Más allá de bandera o referencia, aguardamos la libre competencia y que la materia gris aflore y decida.

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