Cuando la Ministra de Turismo Kechichian hace pocos días trajo de nuevo el tema de la multiplicación de las búsquedas en Google a raíz de la actuación de la selección de fútbol en Sudáfrica 2010, quizás sin proponérselo, estaba recordando el inicio de la moderna forma de promoción del país.

Acabamos de escribir en el megabuscador "Uruguay marihuana" y en 0,22 segundos aparecieron 3.930.000 resultados cuando son las 22.10 de Uruguay. Hace media hora, los resultados no llegaban a 3,5 millones.

Entonces, estamos de acuerdo con el presidente Mujica y su mensaje, nos parece bien que deje bien en claro como serán las cosas, pero...la atracción está generada.

Del mismo modo que hay clientes hasta para el turismo necrológico y para el de guerra, habrá clientes para el turismo de la marihuana, aún si esos clientes no pueden consumir.

¿Acaso todos los que van al Lido de París bailan, o en la Scala de Milán cantan?

Un presidente guerrillero que vive en una modesta chacra, anda en un fusca viejo y dona casi todo el sueldo.

Un país que está al lado del que el mundo cree es donde nació Gardel y donde hicieron La Cumparsita y sin embargo es donde pasaron las dos cosas.

Un país que a pesar de su tamaño es el primer campeón mundial, conquistó en 1950 la más grande hazaña de la historia del fútbol y es quien más veces ganó la copa del continente en donde juegan los dos gigantes, Argentina y Brasil. 

Un país considerado hace pocas horas el más transparente de América Latina y entre los 20 más transparentes del mundo.

Un país donde hace mucho tiempo no se fuma tabaco en espacios públicos.

Ahora va a legalizar la venta y el consumo de la marihuana para hacerle la guerra en paz al narcotráfico.

La otra, la verdadera, la va perdiendo el mundo entero.

Si no fuésemos uruguayos nos llamaría la atención Uruguay.

Merece ser visitado.

Aunque no "salga" un porrito.

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