Paradójicamente, un país que siente al fútbol más, o del mismo modo al menos que al Carnaval (lo que ya es decir), asiste a los más oscuros presagios para lo que será su segundo campeonato mundial de fútbol de la historia.

La especulación y la corrupción, monedas corrientes en el gigante vecino "le mojan la oreja" a los eternos postergados y los vuelcan a las calles para sabotear todo aquello que se intente.

Pero la contra más grande que tiene el gran evento son los costos anunciados de alojamientos y transporte aéreo.

Por la inmensidad territorial es impensable trasladarse entre sedes, en otro transporte que no sea el aéreo, lo que asegura precios al alza sin solución de continuidad.

Contrariamente a lo que ocurre normalmente en estas citas universales, no es muy difícil avizorar que quienes como en el póker tengan paciencia, en los días previos al inicio de cada serie, en cada sede, podrán verse beneficiados con el revenue management en la hotelería, diriíamos casi con seguridad, eventualmente en los boletos de ingreso y en los pasajes aéreos.

No se puede comparar la respuesta del turismo internacional hacia un evento de esta naturaleza celebrado en Europa o en otro continente, por ejemplo, el nuestro.

Con todo lo que ofrece Brasil, con la vitrina permanente que tiene al mundo a través de sus maravillosos paisajes, de sus maravillosos deportistas, de su música incomparable, de sus bellas mujeres y todo lo que se le quiera sumar, atrae turismo casi en los mismos parámetros que Argentina.

El ingreso de turistas y divisas a los dos colosos del sur, apenas triplica el que genera el pequeño Uruguay en un año normal.

Estamos en una región del mundo que apenas llega a gozar algo menos que el 5% de la torta del turismo mundial.

¿Cuál sería la razón para que esto cambie justamente ahora?.

¿Podrá más la pasión futbolera que los acalambrantes precios de los servicios y el riesgo de agitación callejera, los atascos y fundamentalmente, los temibles "arrastões*"?.

Hace ya un buen tiempo, conversando con uno de los más importantes operadores uruguayos nos confió que su idea era muy clara: "Para cada partido de Uruguay voy a sacar charters en la mañana con regreso después del partido. Les incluiré el pasaje, los traslados internos y las entradas, nada más".

No creemos que haya equipos habilitados en el número requerido para este tipo de operaciones.

A pesar de los altos precios que se manejan (poco menos de tres mil dólares por persona), sabemos que hay mercado en Uruguay para este tipo de operación, pero...infelizmenchi (del Pequeño PDA ilustrado en portuñol)i... achamos que nois, de Uruguai, teremos que asistir a Copa pela tv...

* Esta modalidad de asalto colectivo, conocida como los "arrastoes", sembró el pánico entre turistas y bañistas en general de las principales playas cariocas en los últimos días. Los delincuentes, en general adolescentes, se organizan en grupos numerosos que irrumpen en la playa y con violencia despojan a las víctimas. Alhajas y smartphones son, principalmente, el botín más buscado por los asaltantes.

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