Entonces a costa de un gran sacrificio personal y de abandonar tareas que deberían ser, a nivel funcional prioritarias, consumen gran parte de su tiempo visitando  cada rincón de su región,  asistiendo muchas veces a pequeñas inauguraciones, escuchando ponencias intrascendentes  y atendiendo repetitivos reclamos  a los que no pueden dar solución, por más que ellos lo quisieran.

A raíz de un anterior editorial  Ejemplo de descentralización citamos el caso de la nueva sección del Museo del Louvre en Lens, una ciudad de 36 mil habitantes, que en su primer año recibirá un millón de visitantes.

¿Podría el Louvre abrir sucursales en cada uno de los 100 departamentos agrupados en 22 regiones de Francia?

Por supuesto que no.

Para elegir Lens se realizó un concurso, en el que se tomaron en cuenta factores como conectividad, ubicación geográfica (el área de influencia de Lens cuenta con 14 millones de habitantes) y sin duda un importante aporte económico local proveniente de los sectores públicos, privados y empresas desarrollistas.

Para evitar estos planteos es necesario establecer prioridades y en esa línea la Secretaría de Turismo de Río Grande do Sul (Brasil) realizó un Estudio de Competitividad utilizando una metodología que evalúa 13 ítems: infraestructura general, acceso, servicios e instalaciones turísticas, atractivos turísticos, marketing, políticas públicas, cooperación regional, supervisión, economía local, capacidad empresarial, aspectos sociales, aspectos ambientales y culturales, todos con sus respectivas variables. Esto totaliza más de 600 preguntas que permiten un diagnóstico general del municipio, además de los servicios específicos del turismo.

No dudamos que estos estudios similares se estén llevando a cabo en toda la región, aunque nos atrevemos a afirmar que un primer diagnóstico, puede realizarse evaluando la infraestructura existente en cada lugar y su capacidad de generar y mantener empleos.

A partir de esto los organismos oficiales y privados del turismo deben fijar sus prioridades, tomando en cuenta los limitados recursos económicos disponibles y las urgencias que impone este mundo tan dinámico.

En un artículo* titulado: ”No conozco ningún lugar que no quiera ser turístico” el madrileño Quino Moreno, escritor de turismo,además de su acertado título advierte sobre: “…destinos que se les llena la boca con la palabra turismo pero que luego a la hora de la verdad solo buscan salir en la foto y no mojarse demasiado. Suelen ser destinos sin planificación y que van a golpe de subvención o por impulsos de la administración. De estos hay a montones y si tienes la “suerte” de haber caído en un lugar con estas características, te tocará remar el doble y “echarte al monte…”.

Con no menos acierto, Moreno afirma: “…todos tenemos algo bueno que mostrar, ya que en la diversidad (desde mi opinión) está la auténtica esencia del viaje”.
Y por cierto que no pretendemos que se desatiendan los pedidos de colaboración de  aquellos lugares con posibilidades turísticas, pero estableciendo claramente  prioridades y compromisos.

*(Euro Mundo Global)

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