Es que la fama va mucho más allá del valor intrínseco del de cada persona, lugar o hecho y tiene mucho que ver con la atención que les presten los medios de comunicación.

Por eso, para que un lugar turístico se convierta en atractivo para el visitante, tanto exterior como  local, debe estar basado en algo trascendente y transmitir, entre otras cosas, un relato y ese relato tiene que ser presentado en forma adecuada y convincente.

El Museo de los Andes, recientemente inaugurado, sobre el accidente de los rugbistas del Christian Brothers, materializa uno de los relatos uruguayos que más ha trascendido fuera de fronteras.

Libros que se han convertido en best sellers, un largometraje de Hollywood, películas varias y documentales han difundido este milagro y tragedia, que sigue acaparando la atención del gran público.

Los sobrevivientes siguen recorriendo el mundo narrando sus experiencias en los más variados y prestigiosos auditorios.

El Museo, al que todavía no hemos visitado, ha sido ejecutado por verdaderos profesionales y, según dicen, es sumamente atractivo a la vez que informativo para quienes accedan por simple curiosidad o con real interés.

De este modo quienes lleguen a Montevideo, tendrán la posibilidad de visitarlo, agregando una nueva pieza a esa colección de experiencias que busca atesorar todo viajero.

Quizás Montevideo tenga ya demasiados museos, pero éste en particular, viene a llenar un espacio que se ha mantenido vacío por demasiado tiempo.

Siendo una iniciativa privada, es necesario que cuente con un máximo apoyo, público y privado, que asegure su continuidad y la puesta al día que requieren estas instituciones.

Portal de América