Casi al final de su mandato, Sergio Bañales anunció en la Expo VTN que deja la conducción de la institución con un crecimiento del 23% en el padrón social y con dinero en caja. Logros que para quienes conocemos el sector no son por cierto menores. El gran déficit de esta directiva fueron las idas y vueltas y las dispares posiciones ante temas puntuales que afectaban al sector.

La imagen de AUDAVI ante el gobierno dista bastante de ser la ideal y primero fue en el Ministerio de Turismo y Deporte donde le bajaron el pulgar al presidente de los agentes de viajes y por ende a la asociación y luego de las infelices declaraciones del presidente Mujica con respecto a la promoción de viajes de quinceañeras y la también impropia reacción de Bañales, dejaron un gran surco en el relacionamiento público-privado, el cual al parecer se piensa sortear con el regreso de Valenti, como sabemos, de notoria afinidad con la fuerza política que gobierna.

Según pudimos saber, no integraría la lista de Valenti ningún representante de los operadores receptivos, lo cual de confirmarse, conformaría un panorama indeseado.

El universo de las agencias de viajes se divide en dos sectores bien definidos.

Por un lado están las agencias capitalinas que son las que integran AUDAVI, en un contrasentido histórico que al igual que en el fútbol, utiliza el nombre de "Asociación Uruguaya" cuando debería llamarse "Asociación Montevideana" o bien, intentar nuclear a las del interior, las cuales desde hace algunos años se han agrupado (y funcionan muy bien) en UAVI, la Unión de Agencias de Viajes del Interior, la cual preside Alvaro Gimeno de Punta del Este.

498 es un número absolutamente exagerado para un mercado pequeño como el uruguayo. El reparto de la torta cada día arroja trozos más insignifcantes.

Pero lo que es más grave aún y es lo primero que arroja un análisis primario como éste, es que prácticamente el 80% de ese mercado total (el de Uruguay todo) es manejado por 4 o 5 operadores que consolidan  la venta total del resto.

En un país en el que obtener una autorización para taxi, remise o por ejemplo, hotel de alta rotatividad, es prácticamente un imposible, abrir una agencia de viajes es apenas una cuestión de trámite.

El mercado del turismo uruguayo entonces está sobredimensionado en su estructura y a la desmedida cifra de agencias autorizadas, se están sumando ahora, hoteles en número llamativo.

Mientras todo esto sucede, a los únicos que aparentemente les preocupa la situación es a nosotros, al menos, somos los que nos manifestamos.

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