En los últimos años, el sector aéreo en Estados Unidos ya registró varias operaciones de este tipo con la fusión de Delta Airlines y de Northwest Airlines, y de United Airlines y Continental Airlines, además de la operación entre Southwest Airlines y Airtran.


La UE entonces, aprobó la fusión del US Airways Group y AMR Corporation después de que las empresas se comprometieran a evitar el monopolio en la ruta entre Londres-Heathrow y Philadelphia, convenciendo a la comisión que "se mantendrá la dinámica competitiva".

Con esta fusión, US Airways y American Airlines serían la única empresa cubriendo  la ruta Londres-Philadelphia.

¿Cuál es la importancia que debemos asignarle a esa ruta?

La de alternativa futura al aeropuerto neoyorquino, JFK el cual se encuentra a poco más de 150 kilómetros de Filadelfia.

En esta ciudad está el hub de US Airways y ahora pasaría a ser el de ambas empresas combinadas lo que determinaría una cierta superposición de rutas entre las operadas por US Airways desde Filadelfia y las que utiliza American desde Nueva York en el JFK. Este dato de la realidad plantea para las fusionadas un desafío importante: ¿qué hacer con esa dualidad de centro de distribución de tráfico a tan corta distancia?.

JFK es un aeropuerto controlado principalmente por aerolíneas Oneworld y una vez que se complete la fusión hay temor que se produzca una nueva concentración.

En una palabra, para evitar el monopolio, la UE obtuvo el compromiso que el nuevo gigante cederá slots en los aeropuertos de Filadelfia y de Londres en  favor de quienes pretendan competir en esa ruta.

Analistas consultados opinan que la operación que nos ocupa es hija de la desregulación o liberalización d elos espacios aéreos, lo que supone menos aerolíneas, más grandes y mayor cantidad de pasajeros.

A la vez plantean interrogantes del tipo: "¿Cómo afrontar los retos de la aviación, que es uno de los medios de transporte que más ha evolucionado tecnológicamente en las últimas décadas, si no a través de alianzas, fusiones y acuerdos de cooperación?.

¿Cómo subsistir a las regulaciones cada vez más fuertes en cuanto a seguridad operacional  y medio ambiente?", agregando:

Hay cambios de paradigmas. Ya no hay más compañías de bandera, ya no importa quién es el verdadero propietario de una línea aérea, sino bajo qué jurisdicción la compañía aérea está sometida.

Para confirmar esta reflexión basta con decir que la quebrada American Airlines, mantiene su nombre y su sede principal en Fort Worth, Texas, ciudad adyacente a Dallas y sede del Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth, uno de los mayores a nivel mundial. AA opera vuelos programados en todo el territorio de los Estados Unidos así como vuelos a Canadá, América Latina, Europa, Caribe, Japón, China e India. El presidente y CEO de la empresa es Tom Horton. Es miembro fundador de la alianza global Oneworld. En el año 2010 fue clasificada en el número 120 de la lista Fortune 500. Es subsidiaria de AMR Corporation.

Por su parte US Airways es una aerolínea con base en la ciudad estadounidense de Tempe, Arizona y controlada por US Airways Group. En mayo de 2006 ocupaba el quinto lugar en los Estados Unidos. Tiene una flota de 358 aviones para rutas principales y 295 para rutas express, conectando 240 destinos en Norteamérica, América Central, el Caribe, Hawái y Europa. La plantilla de US Airways se compone de 35.180 personas y opera 3.860 vuelos diarios.

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