En declaraciones al diario El País, las cuales reproducimos por entero en esta misma edición, el Contador Juan Martínez Escrich es terminante al decir:""Los costos salariales, los impuestos y las tasas que se pagan de servicios públicos, son tres elementos que subieron más que la inflación. "No podemos subir los precios porque nos quedamos fuera de mercado. Entonces, la pérdida de rentabilidad que se genera en bastante importante". En la actualidad hay unos 90 hoteles en Montevideo y se siguen construyendo establecimientos. Y eso, para los empresarios ya establecidos se convierte en un problema."La gente ve con buenos ojos que se construyan hoteles por todos lados. Está bien en cuanto a la mano de obra y las nuevas posibilidades de trabajo. Pero la oferta está siendo un poco desmedida; la torta es la misma y cada vez habrá menos migas para repartir entre todos. El sentir de los propietarios de los establecimientos es que no se está cuidando a Montevideo y los principales balnearios como destinos turísticos. "Montevideo sigue sucia y rota. Eso afecta. Lo mismo pasa en Maldonado", dijo Martínez Escrich. Además, se le presta poca atención al cuidado de los espacios públicos y la seguridad. "Siempre nos jactamos que comparativamente estamos mejor que otros destinos en cuanto a la seguridad. Pero si nos comparamos con nosotros mismos años atrás, estamos complicados", aseguró el empresario. Los hoteleros entienden que no se les ofrece ningún diferencial a los extranjeros para que opten por Uruguay para sus vacaciones. Mencionó un encuentro de días atrás con operadores de turismo alemanes. "Nos dijeron que a veces para llegar desde Uruguay hasta Alemania tienen que hacer veinte horas de avión. ¿Qué ofrecemos de diferente para que alguien opte por Uruguay cuando a dos horas de vuelo tienen el Mediterráneo?", preguntó Martínez Escrich. Recordó palabras de Tabaré Vázquez cuando asumió como presidente que señaló que el Uruguay turístico debía ser seguro o de lo contrario no existiría, "Hoy copan los establecimientos a mano armada y roban hasta a los comensales. "No utilizamos la palabra crisis, pero sí estamos en una situación de alerta."

Cuando nosotros opinamos advirtiendo, señalando todos estos mismos problemas con mucha anticipación, no lo hacemos porque seamos pájaros de mal agüero o porque como se nos ha tildado, seamos opositores.

Estamos en permanente contacto con la realidad, consultamos de modo permanente lo que está pasando y como corresponde, lo volcamos como información o como opinión, según corresponda.

Cuando decimos que vamos a contramano, nos referimos a la generalidad de los empresarios y a algún alcahuete que por el sólo hecho de diferenciarse de nosotros, escribe exactamente al revés de lo que nosotros decimos y le da al bombo todo el año (no el legüero ni el peronista, es bien uruguayo, tal vez de murga, del estilo: "Nos obligan a salir").

Muchas veces, diríamos que la mayoría, que quisiéramos equivocarnos, pero mal que nos pese, seguimos dando en el clavo.

¿Alguien se puso a pensar el porqué pasa esto?

¿Somos superinteligentes?, ¿ tenemos la bola de cristal?

¿Habrá que contratar nuevamente consultores catalanes para que nos digan porqué pasa lo que pasa?.

¿O alcanzará con que unos dejen de hacer política y cumplan con el deber que se les asigna cuando se les inviste con cargos públicos y con que otros, como el Contador Martínez, con el respeto y la distancia que le caracterizan, hagan gremialismo puro y llamen a las cosas por su nombre?.

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