La aparición de Adó, recomendado por el diputado blanco Carmelo Vidalín fue cinematográfica. Vino con abogados norteamericanos, no hizo declaraciones a la prensa y no solamente dijo que quería loos 13 CRJ que eran de Pluna, sino que también quería a todo el personal y que además, traería otras cuatro aeronaves de mayor porte para hacer negocios de carga y operar las rutas a Miami y a Madrid.

Cuando fue recibido por las gremiales OTAU OFP y ACIPLA, le preguntó a uno de los pilotos integrantes de la mesa cual era el salario promedio que cobraban en Pluna y cuando le respondieron, se mostró sorprendido y dio a entender que era muy poco.

El sábado 3 del corriente, entramos en contacto con Juan Raúl Ferrerira quien nos dijo que estuvo vinculado con Adó hasta que la Due Diligence le confirmó que era alguien muy peligroso de quien no había ni una foto ni una línea en Internet, lo que le llevó a renunciar a representarlo y elevar los antecedentes al Ministerio de Economía y Finanzas.

Adó ahora llegó a tener varias reuniones con representantes del gobierno pero cuando apareció Ferreira a través de su cuenta de Tweet, se le vino la noche.

Según consigna el portal de Teledoce "La semana pasada el empresario uruguayo radicado en Estados Unidos se reunió por quinta vez con integrantes del gobierno y formalizó su propuesta para quedarse con los aviones de Pluna, los siete de la subasta y los seis del leasing. Entonces, Juan Raúl Ferreira advirtió formalmente al Poder Ejecutivo de que en el gobierno de Tabaré Vázquez, Adó se presentó ofreciendo oro que dijo tener en Suiza por miles de millones de dólares, para que el Estado lo utilizara como garantía para prestamos pero nunca hubo una prueba de que ese oro existiera".

Consultado Vidalín, lamentó las declaraciones de Ferreira, dijo que Adó era su amigo, que tiene minas de oro y luego admitió que él, tiene que ver con los iraníes que también estárían interesados en invertir. Raro lo de Vidalin ¿no?.

Antes de la subasta había llegado a Uruguay Carlos Molinari, alguien sobre quien nos informaron desde Estados Unidos que tenía cuentas pendientes que pagar en Miami y que la foto en la que se le vio junto a Barack Obama, fue tomada por su aporte de 15 mil dólares a la campaña del reelecto Presidente norteamericano.

Antes que ellos dos, el otro empresario que quedó por el camino fue Juan Carlos López Mena, a quien al parecer se le venció la unanimidad del sistema político uruguayo.

Ya lo hemos dicho, en las actuales circunstancias no hay inversores creíbles para una nueva aerolínea.

Mientras tanto, seguimos sin tener noticias que algún organismo uruguayo especializado, esté midiendo el impacto que significa a nuestro país no tener una aerolínea nacional de referencia.

La imagen del país, lo dependientes que somos, la necesidad de estar conectados que tenemos, la obligatoriedad de tener un instrumento que sirva al turismo receptivo para transportar sus clientes, hacen que cada vez más uruguayos hayan comprendido que se impone la pronta reanudación del servicio con una aerolínea de esas características.

Esperemos que así sea.

Portal de América