Desde el lunes, los operadores manejaron el texto de un comunicado a la opinión pública muy duro, en el que se resaltaban dos aspectos determinantes de su malestar: la formal toma de posición crítica al método utilizado para el cierre de Pluna sin consultar a los principales actores de la actividad, incluido el equipo ministerial y según ellos, los fundados temores acerca que la subasta del 12 de setiembre de los activos (¿excedentes?) de Pluna, iba camino a que se la adjudicase a un participante determinado, generando de esa manera una situación monopólica u oligopólica en el sector del transporte y del turismo.

El día miércoles, a instancias del Presidente de los agentes de viajes, una delegación de esa entidad fue recibida por el equipo ministerial en pleno y según tenemos entendido, tuvo lugar un intercambio muy tenso, con pasajes de clara diferencia conceptual.

Como lo dejamos traslucir en nuestro comentario durante el programa que se emitirá el domingo, en nuestra pretensión de ubicar a los oyentes en el contexto en que se dan estos hechos, dijimos que una característica que había acompañado el relacionamiento público-privado en el turismo desde el inicio de la administración Lescano había sido el de la armonía y el total entendimiento.

También dijimos que ese estado de cosas que muy bien se encargaba el anterior ministro toda vez que se lo permitía una instancia de expresión, de señalar, se correspondía con la más absoluta realidad, pero también con las indiscutibles dotes de gran conocimiento político de Lescano, con su impronta y también porque había habido un tiempo de situaciones favorables, de buenos resultados en general y porque -a nuestro entender-, el interlocutor privado, la Cámara Uruguaya de Turismo, en este caso su conducción, no era ejercida por alguien con conocimientos idóneos del turismo.

Venimos reclamando desde hace mucho tiempo que la interlocución válida de la actividad privada del turismo con el gobierno, debía tener una participación significativa de los verdaderos operadores turísticos, los agentes de viajes.

Desde el cambio de directiva de AUDAVI a fines del año pasado, eso empezó a ocurrir y es a partir del cierre de Pluna, que el escenario cambia rotundamente y los interlocutores de los sectores son otros, entonces los agentes de viajes llevan al conocimiento de las autoridades su posición y llegan a interiorizarles del contenido del comunicado que reflejaba su sentir verdadero.

No estuvimos en esa reunión, no tenemos datos fidedignos que podamos trasmitir pero ayer, en los estudios de El Espectador, los directivos de AUDAVI nos dieron su versión, la cual invitamos a todos a escuchar y a sacar sus propias conclusiones.

Lo cierto, lo real, es que no hay comunicado de los operadores y que la tensión no se ha disipado.

La intención es lo que vale

Cuando se viven coyunturas como la actual, nuestra opinión o posicionamiento editorial responde siempre a nuestra postura periodística independiente, marcadamente en favor del turismo y muy por encima de tal o cual actor. Sabemos que muchas veces lo que escribimos o decimos es polémico y esta vez no será la excepción. Pero una vez más, nuestras afirmaciones son efectuadas de frente, a cara descubierta y referidas a gestiones y no a cuestiones privadas o personales.

Tenemos el mayor respeto por todos los actores involucrados, por todos sin excepción alguna, descartamos cualquier intencionalidad negativa individual, pero mantenemos nuestra convicción y creemos que la actividad privada tiene que tener mayor y mejor incidencia en las deciisones de fondo por la sencilla razón que es la que más arriesga y la que perdura, siempre, mientras los gobiernos, sean cuales sean, pasan. Este dato de la realidad está en la tapa de todos los libros.

La realidad muestra que el contexto es prácticamente inverso al inmediato anterior, que la coyuntura negativa es tan indesmentible como inocultable y que hace avizorar no solamente tremendas dudas acerca del resultado de la próxima alta temporada del receptivo, sino un muy duro futuro inmediato para la actividad.

Al igual que en el programa radial, nos plegamos bajo protesta al cuarto intermedio, a nuestro entender, hay que trabajar más que nunca y dejar de lado posicionamientos de intransigencia que lo único que hacen es crispar los nervios y oscurecer aún más el panorama.

Portal de América