por Sebastián Montalva Wainer
1. PRAIA DOS CARNEIROS. Secreto pernambucano
Un reciente ranking de la Guía Quatro Rodas situó a Carneiros, en el municipio de Tamandaré, estado de Pernambuco, en el quinto lugar de las mejores playas de Brasil. Así que, como el secreto comienza a desvanecerse, valdría la pena ir cuanto antes. A unos 50 minutos al sur de la famosa Porto de Galinhas, Praia Dos Carneiros está mucho menos saturada de gente, ofrece varias vistas de postal -la playa, de aguas verdes, está llena de cocoteros doblados como para la foto- y supo controlar las urbanizaciones. ¿La razón? Todos los terrenos costeros pertenecen a una misma familia, que ha limitado la cantidad de construcciones.
Dónde: Carneiros está 118 kilómetros al sur de Recife.
Un dato: para dormir, lo mejor es Pontal Dos Carneiros Beach Bungalos ( www.pontaldoscarneiros.com.br ).
Más información: guiatamandare.com.br
2. TAIPU DE FORA, BARRA GRANDE. Diamante en bruto
El presidente Lula es un reconocido catador de playas brasileñas. Suele pasar sus vacaciones en sitios como la aún poco conocida península Maraú o en Barra Grande. Aunque cuenta con varias posadas y restaurantes -algunos supersofisticados como el Kiaroa Maraú Beach Resort ( www.kiaroa.com.br )-, Maraú, tal vez por su difícil acceso, aún da esa sensación de descubrimiento. La joya del lugar es, sin duda, Taipu de Fora, larguísima playa flanqueada por cocoteros y donde los corales forman una linda piscina natural de un kilómetro.
Dónde: 483 kilómetros al sur de Salvador, aquí tome el ferry a Itaparica desde donde salen buses hasta Camamú. Luego tome una lancha para cruzar el río Acaraí hasta Barra Grande.
Un dato: la posada Taipu de Fora está justo frente a la playa ( www.taipudefora.com.br ).
Más información: www.peninsulademarau.com
3. CARAIVA. Rincón hippie
En Caraíva las calles todavía son de arena, los taxis son carretas, no hay alumbrado público y la luz eléctrica llegó hace sólo tres años. Un lugar que luce como lo era su hoy famoso vecino, Trancoso, hace unos 20 o 30 años. Y que es, justamente, su fortaleza y, también, su debilidad (depende del gusto): en Caraíva la rusticidad es ley, y eso hay que tenerlo bien claro antes de partir hasta acá. Sin embargo, su notable atmósfera de relajo, su evidente onda hippie, sus lindas playas -la parte más bonita es donde el río se junta con el mar- y su pasión por el forró (ritmo típico del Nordeste que se baila con fervor en sitios como el Forró do Pelé y Forró do Ouriço) son cuatro buenas razones para dejar los lujos de lado y partir a explorar uno de los rincones menos conocidos de esta parte de Bahía.
Dónde: 67 kilómetros al sur de Porto Seguro. Para llegar hay que atravesar el río Caraíva.
Un dato: las mejores posadas son Vila do Mar, la única que tiene piscina ( www.pousadaviladomar.com ) y Cores do Mar, manejada por una simpática pareja local ( www.caraiva.com.br ).
Más información: www.viladecaraiva.com.br
4. BAHIA DE ILHA GRANDE. Paraíso de navegantes
En una reciente entrevista publicada por Domingo, el famoso velerista brasileño Amyr Klink destacaba la bahía de Ilha Grande, en el estado de Río de Janeiro, como uno de los cinco mejores destinos del mundo para navegar. Llena de recovecos, islas (en total, 360) y playas de difícil acceso, recorrer esta bahía en yate o velero es una experiencia superexclusiva. Embarcado es posible ir a sitios inolvidables como Caxadaço, pequeñísima y paradisíaca bahía de aguas transparentes en el lado sur de la isla de Ilha Grande.
Dónde: Angra Dos Reis, punto para zarpar hacia la bahía, está a 166 kilómetros al sur de Río de Janeiro.
Un dato: en el sector de Enseada das Estrelas está la posada Coqueiro Verde ( www.coqueiroverdepousada.com.br ).
Más información: www.turisangra.com.br
5. PRAIA DO MATADEIRO. La alternativa
En un destino que suele verse saturado de turistas, Matadeiro es una opción para volver a encantarse con Florianópolis. Accesible sólo a pie desde la playa de Armação, por un sinuoso camino que se encarama entre las piedras, es favorita entre surfistas y, sin duda, una de las más lindas de la isla junto con la famosa Lagoinha do Leste. Si no aguanta las muchedumbres de playas como Joaquina -favorita de los argentinos en enero y los chilenos en febrero-, sepa que en Matadeiro no hay nada, sólo una pequeña barraca, el bar de Alécio, donde hacen unas estupendas lulas o calamares que se aprecian mejor con una cerveza y los pies bien enterrados en la arena.
Dónde: en el lado este de la isla de Florianópolis, a 5 minutos a pie de Armação.
Un dato: Jureré es la playa de las mansiones y el lujo en Florianópolis. Además es la única playa Bandera azul de Brasil y América del Sur según Blue Flag, organismo internacional que califica conforme limpieza de las aguas, manejo ambiental y servicios.
Más información: www.guiafloripa.com.br
El Mercurio/GDA
fuente: lanacion.com.ar
