por Manuel Monfort
Viajar solo ya no es un impedimento para pasarlo bien, ya que cada día son más los solteros que se deciden a hacer turismo en compañía de semejantes, participando en viajes especialmente diseñados para ellos donde reina la diversión y donde Cupido tiene que realizar horas extras.

Según un estudio realizado, un 35% de las personas que acudió a algún viaje exclusivo para singles, encontró pareja.

Aunque más del 80% reconoce que el objetivo a la hora de apuntarse al viaje era conocer gente y ampliar su círculo de amistades, lo cierto es que muchos de ellos acabaron siendo seducidos y se entregaron a las artes amatorias.

De las parejas surgidas en estos encuentros de singles, un 15% consigue alcanzar un grado más amplio de estabilidad. La causa principal que ha motivado que todo se quedase en un amor de verano ha sido la variedad geográfica, ya que a los viajes acude gente de todos los puntos de España y, a la conclusión del mismo, la distancia acaba siendo el motivo principal del fin del amor. Aunque, en otros casos, un pequeño porcentaje consigue vender también este obstáculo.

Por edades, el núcleo comprendido entre los 33 y los 40 años son los más dados a abrir su corazón a una nueva experiencia amorosa, ya que este tramo de edad representa casi el 60% de las parejas surgidas, si bien es verdad que son el tramo de edad mayoritario.

Asimismo, el 90% reconoce un amplio nivel de satisfacción con las personas que conoció en los viajes y no duda en que repetirá la experiencia, sin cerrar de nuevo las puertas, tanto al amor, como a la idea de conocer personas. Muchos reconocen que acudían a la experiencia con cierto tipo de prejuicios sobre los posibles asistentes que quedaron totalmente disipados en el desarrollo del viaje.

fuente: El Viajero del Siglo XXI