Teotihuacán, donde nacieron los dioses
Martes, 04 Octubre 2011
Teotihuacán no solo es una de las mayores ciudades de prehispánicas en el continente, sino también patrimonio de la humanidad, y sede de las pirámides del Sol y de la Luna, emblemáticas estructuras reconocidas a nivel internacional. Ubicada a unos 45 kilómetros del centro de la Ciudad de México (una hora y media en bus, si no hay demasiado tráfico) la ciudadela antigua, cuyo origen es todavía motivo de debate entre los especialistas, es una especie de tributo al genio arquitectónico de los antiguos mexicanos. Casi todas las estructuras poseen una forma de pirámide escalonada, con gradas a cada lado para facilitar la subida a la cima de estos monumentos.
La pirámide del Sol y de la Luna son las de mayor envergadura en todo el complejo prehispánico, y por ende las más impresionantes, desde su cima, uno puede apreciar en su totalidad la denominada “Calzada de los Muertos”, la cual se extiende por dos kilómetros y marca el eje central de la ciudadela. La pirámide de la Luna tiene acceso limitado, y solo se puede ascender hasta un poco más de la mitad de su estructura, por su parte, la pirámide del Sol si está abierta para todo el público y ofrece una vista magnifica de Teotihuacán y los territorios cercanos.
Otro de los atractivos de Teotihuacán es el Palacio de Quetzalpapálotl, ubicado a en el ángulo suroeste de la plaza de la Luna, y en donde se pueden apreciar motivos zoomorfos, principalmente alegóricos a felinos y quetzales.
Explorar Teotihuacán es una experiencia única para cualquier viajero que guste de la cultura y la aventura (se requiere un buen nivel físico para subir y bajar tantas pirámides escalonadas) y permite a los extranjeros conocer más sobre el pasado de nuestro continente y como nuestras tradiciones se parecen más de lo que nosotros pensamos.
Portal de América - Fuente: www.travelupdate.com.pe
