por Sergio Antonio Herrera, desde Positano, Italia
El esposo de la anfitriona, Enzo, tiene una pequeña flota Mercedes Benz y trabaja en turismo. Contratamos con él todos los servicios para conocer el lugar. Medio día a la Costa Amalfitana; la ida a Capri en excursión en lancha con traslado incluido al muelle y los servicios de guía, para cuando partamos hacia la capital en el camino visitar Pompeya y Nápoles.
Habíamos bajado temprano al centro de Positano en el bus interno que nos dejó en la Plaza Mullini, "junto a la única farmacia del pueblo" como nos dijo Enzo para indicarnos el lugar de encuentro para cuando viniese a buscarnos pasado el mediodía.
Es un lugar de película que tiene alta temporada durante casi 8 meses y el resto del año está prácticamente desierto. Nos confirmaron que setiembre es la mejor época para venir ya que julio y agosto, además de un infierno de gente, es insoportable por la temperatura que oscila en los 40 grados. 
Siguiendo nuestra línea de categoría de alojamientos que hemos adoptado para este viaje, podemos asegurar que hasta el momento es el lugar más amplio, más completo y mejor equipado de todos los que tuvimos hasta ahora. Es una sala-cocina-comedor, más dos habitaciones, un baño completo (hasta con bidet) y una terraza con una vista al Tirreno de película.
El mejor hotel de Positano es el San Pietro y para alojarse en él hay que pagar unos dos mil euros diarios...
Visitamos uno en pleno centro, el Palazzo Murat, muy bonito, que tiene habitaciones dobles entre 500 y 600 euros diarios.
El total de nuesttra estadía de tres noches es poco más de la mitad que lo que cuesta un día en este último y poco más del 15% de lo que cuesta el San Pietro cada 24 horas. Cada vez que pienso que estoy un poco lejos, me consuelo recordando la tarifa.
Praiano
Con Enzo pasamos una tarde espectacular, a la ida paramos en la increíble playa de Praiano y para hacer la gruta Esmeralda, luego pasamos por Amalfi y llegamos a Ravello a almorzar. Mientras estábamos en Positano se había descolgado una lluvia intensa con mucho viento y bajó mucho la temperatura por lo que la sopa de verduras y los ravioles con tuco nos volvieron el alma al cuerpo. Recorrimos Ravello y luego Amalfi, dos lugares encantadores.
Ravello
Mañana nos vamos a Capri, al regreso les cuento.
Nos vemos.
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