por Julio Calero G.En sus laderas existen dos refugios a los que llegan cada año centenares de turistas para disfrutar de la visión que se tiene desde su imponente mole, así como para tener contacto con la nieve que cubre sus laderas.
De igual manera, cada año osados excursionistas emprenden la peligrosa caminata hasta lo más alto de su cumbre, para plantar allí sus banderas y tomarse fotos, habiendo perdido la vida, a través de los años, algunos osados aventureros que se equivocaron de ruta o fueron sorprendidos por alguna avalancha.
Antes de llegar a su cumbre existen dos refugios, hasta el primero, que se encuentra a 4.800 msnm, se puede llegar en vehículos motorizados y permanecer ahí algunas horas disfrutando del paisaje; al segundo se accede a pie, caminando entre plantas del páramo, piedras y nieve. La altura de este refugio es de 5.000 msnm y en el hay ciertas comodidades que permiten pernoctar a los visitantes, algunos de los cuales llegan hasta el lugar para desde ahí emprender sus excursiones hacia la cumbre.
Ocasionalmente, los visitantes pueden observar la poca pero interesante fauna que existe en el volcán y sus alrededores, constituida básicamente por conejos, ratas, ciervos enanos, lobos, llamas, alpacas y vicuñas.
En lo que respecta a las aves que vuelan en sus alturas están el afamado cóndor, que tiene importante representación en el Escudo Nacional del Ecuador; este es un plumífero de gran envergadura, cuya presencia es muy escasa y difícilmente puede ser observado por los turistas; el curiquingue, ave que según las creencias indígenas, dependiendo de la forma en que vuela anuncia buenas o malas noticias, y el colibrí.
Debido a su altura, el Chimborazo puede ser observado en gran parte del territorio andino e incluso en la costa ecuatoriana, como ocurre en ocasiones en que el cielo está despejado y su cumbre puede ser vista desde la ciudad de Guayaquil, que está ubicada a cientos de kilómetros.
Aprovechamiento turístico
El Chimborazo y sus zonas aledañas constituyen un sector presto para las caminatas, la observación y la aventura, con miras turísticas, por lo que bien harían las autoridades del Ministerio de Turismo o alguna otra institución, sea pública o privada, en preocuparse de habilitar las correspondientes facilidades para los visitantes.
Entre las facilidades debe incluirse transporte público que permita llegar hasta el primer refugio a quienes no tienen vehículo propio, atención a los visitantes, tanto en lo que respecta a instalaciones y sus comodidades, así como en el servicio de guías,de entrega de información, alimentación, señalética, etc., de modo que el lugar se constituya en un polo de atracción y de diversión para quienes nunca han estado a tanta altura sintiendo el soplo del gélido viento en sus rostros, percibiendo un agudo chillido interno en sus oídos o sobreponiéndose a la dificultad para respirar, todo ello ocasionado por la altura y la falta de oxígeno a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar. Estos son retos que a muchos les gustaría afrontar, todo es cuestión de adecuar el lugar y promoverlo.
fuente: ecuadoracolores.com