Pero a corto plazo Lufthansa no elevará los recargos actuales, los que ha incrementado en el último mes -a entre 102 y 122 euros por tramo para sus vuelos intercontinentales y a 31 euros para sus vuelos nacionales y dentro de Europa-, los que había dicho que eran sólo para cubrir los costes más altos de combustible. Para este año, todas las aerolíneas que aterricen o despeguen en territorio de la Unión Europea tendrán que justificar sus emisiones de CO2 como parte de una expansión del mayor mercado de carbono del mundo.
Las aerolíneas y sus asociaciones se han opuesto al esquema, incluso judicialmente. Afirman que grava más a un sector que ya está castigado por precios cada vez más altos para el combustible, por la feroz competencia y los impuestos nacionales.
El grupo de aerolíneas globales IATA ha dicho que estima que el coste anual para todo el sector por el ETS ascenderá a 2.800 millones de euros para 2020 desde los 900 millones de euros de este año. El mes pasado la máxima corte de Europa respaldó al plan, lo que significa que todas las aerolíneas tendrán que pagar por permisos de emisión, lo que provocó la ira de Estados Unidos y China. Durante 2012, las aerolíneas recibirán colectivamente permisos gratis equivalentes a un 85 por ciento de las emisiones totales del sector, pero como el límite se fijó sobre las emisiones entre 2004 y 2006, se anticipa que la mayoría de las aerolíneas tendrá que adquirir más permisos.
Lufthansa, que ha dicho en el pasado que la competencia era demasiado dura para que las aerolíneas pudieran traspasar los costes a sus clientes, afirmó que necesitará comprar un 35 por ciento de los permisos que necesita para 2012.
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