cuando los voceros formales e informales de Jorge Pérez Tamayo salieron a comunicar a los medios que habían renunciado todos los pilotos-gerentes y que a partir de la cero hora del viernes comenzaban las demoras y cancelaciones.

"Pérez Tamayo acaba de apretar el botón rojo", fue la figura que eligió un allegado al gremialista para definir la crisis.

La amenaza no tardó en surtir efecto ya que fueron el mismísimo secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, junto a Roberto Baratta, subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación y mano derecha de Julio De Vido, quienes -según afirmaron allegados a Pérez Tamayo - se transladaron durante la madrugada al domicilio del piloto-gremialista para decirle no solo que se había dado marcha atrás con la designación de Fabre Robles sino que habían designado como éste quería a Guillermo Ballesteros como gerente de Operaciones y Área Técnica.

Funcionario que cuatro meses atrás Recalde había despedido junto a otros cinco gerentes del área de producción en un fallo salomónico entre los que recibían el apoyo de APLA y los bendecidos por APTA.

La pelea había sido por el cruce de denuncias y acusaciones de corrupción. ¿Quién conduce Aerolíneas? era la pregunta este fin de semana: ¿Recalde o Pérez Tamayo?

El lunes algunos medios hablaban de la supuesta renuncia de Recalde que no habría sido aceptaba en el gobierno.

También se comentaba una supuesta entrevista privada unos días antes entre Pérez Tamayo y Néstor Kirchner.

La Secretaría de Transporte, mientras tanto, había logrado con el enroque parar las medidas de fuerza de APLA y que Pérez Tamayo saliera a desmentir desde Roma, a través de la agencia oficial Télam, "que no había ningún conflicto en Aerolíneas", poniendo en un situación incómoda a sus voceros.

También Recalde salió a plantear que la operación era "normal" y que los pasajeros no habían tenido inconvenientes. ¿Estaría viendo otro canal…?

fuente Aviación News - Portal de América