"Lo estamos evaluando, pero con reservas", dijo Miguel Alemán Velasco, presidente del consejo de Interjet, cuando se le cuestionó si la compañía estaba mirando hacia Mexicana. "Es muy complicado", subrayó, pero no dio detalles. Las ofertas poco serias por Mexicana han hecho que la casi centenaria empresa aún no se venda mientras permanece bajo concurso mercantil en México y Estados Unidos. Interjet, la segunda mayor aerolínea del país, canceló sorpresivamente a finales de junio una oferta accionaria global citando condiciones poco favorables en los mercados.

Las declaraciones del empresario fueron reforzadas por su hijo, Miguel Alemán Magnani, director general de Interjet, quien habló a una radio local la noche del lunes. "Nos han invitado a diferentes cosas en otras ramas de la aviación pero lo de Mexicana no nos lo han propuesto. Si nos lo propusieran (...) con mucho gusto lo analizaríamos", dijo el empresario. "No es fácil, ya es tarde e implica algunos riesgos (...) Tenemos que hacer las cosas con mucho tacto, con mucho cuidado, si es que se dan", subrayó. La firma, que atiende a un 25% del mercado de vuelos domésticos del país, buscaba colocar poco más del 30% de su capital y captar unos US$300 millones que destinaría a aumentar su liquidez y financiar su expansión. Millonario contrato.

La aerolínea firmó en enero un contrato por US$650 millones con SuperJet International por 15 aviones para ayudar a expandir sus operaciones. La primera entrega está pactada para la segunda mitad del 2012 y el contrato incluye opciones por cinco SuperJet 100 adicionales, para 98 pasajeros. Alemán Velasco dijo que los planes para vender una participación en Interjet a una empresa extranjera ya no eran una opción. En otras posibles formas para financiar el crecimiento de la empresa, Alemán Velasco dijo que su familia estaba contemplando la idea de crear una nueva aerolínea, pero no dio más detalles al respecto.

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