Es un área natural protegida pero estuvo abandonada hasta su rehabilitación tras el cese de un comodato que tenía una organización de scouts.

Durante mucho tiempo, el parque San Martín fue lugar de paseos y excursiones de los visitantes, sobre todo de Paraná. En su predio están la escuela Almafuerte y otras instituciones educativas, como la escuela “Dominguito” y la escuela para niños y adolescentes especiales “Zulma Geller”, que funciona en la que fue casa de los gobernadores de Entre Ríos hasta el primer gobierno de Sergio Montiel.

Una gran inundación hace algunos años, la peor en medio siglo, provocó una fuerte destrucción que se sumó al mal estado que ya había en el predio.

Poco antes, durante la gran sequía anterior, la desaprensiva “quema de yuyos” a la que son tan propensos los habitantes de las zonas rurales, y que practicadas junto a rutas provocan humaredas que aumentan el riesgo de accidentes, se transformó en un incendio que terminó con 20 hectáreas de vegetación del parque, junto al arroyo Las Conchas.

La idea del donante Berduc antes de morir en 1928 fue que el patrimonio que donó al Estado se vendiera en parte para adquirir un parque escolar. Sin embargo, el predio fue intrusado y pudo ser recuperado sin objeciones del intruso, que se allanó voluntariamente a devolverlo, durante el gobierno peronista depuesto 1956, gracias a gestiones del entonces ministro, Miguel Torrealday.

El Parque San Martín funcionó verdaderamente como parque escolar y todavía está bajo jurisdicción del Consejo General de Educación, pero hasta su rehabilitación estaba lejos de la misión educativa y formativa que pensó Berduc.

Recientemente, cuando el gobierno provincial hizo conocer su voluntad de trasladar una empresa láctea de Paraná al predio junto a la estación ferroviaria, junto a la ruta 12 y a la escuela Almafuerte, lindante con el parque, se movilizaron algunos vecinos de La Picada contra esta idea, por considerar que el desarrollo de la zona es otro, basado en la actividad natural de los pobladores, en el turismo incipiente pero en rápido desarrollo en lugares próximos como Villa Urquiza y María Grande y en la preservación del àrea natural del parque San Martín.

En el parque viven animales, sobre todo pájaros, que han sido diezmados en otros lugares, y que en una época eran propios de toda la naturaleza entrerriana, hoy arrasada por el monocultivo de la soja.

El parque es justamente una reserva donde se puede apreciar la naturaleza original de la provincia antes de los desmontes masivos y desconsiderados y los vecinos creen valioso preservarlo de la vecindad contaminante de una industria grande que no está bien ubicada en ese lugar y que bien podría estar mejor en un parque industrial de los muchos que hay o que se están tratando de abrir en la provincia.

Portal de América - Fuente: www.aimdigital.com.ar