por Daniel Flores
Desde el punto de vista turístico, el centro de este fenómeno es el Four Seasons Carmelo, a seis kilómetros del pueblo. Sobre la ruta 21 y con vista al río, inaugurado hace casi quince años, es un inesperado resort con abundantes detalles de decoración importados de Bali (sus dueños originales eran fans de la isla). Son 20 bungalows, 24 suites de dos niveles, restaurantes, grandes piscinas y un spa que está entre los mejores de América del Sur, tanto por sus instalaciones como por su idílica ubicación en pleno bosque de pinos y eucaliptos. Definitivamente, la carta ganadora del hotel es su entorno natural, aprovechado con pasarelas de madera y sectores de relax, con camastros, repartidos en sitios estratégicos siempre de cara al río.
Después de pasar por distintos dueños, el hotel fue recientemente comprado por un fondo de Real Estate liderado por los argentinos Eduardo Pacha Cantón y Alejandro Crespo, cuyo principal inversor es el Grupo Brito. No obstante, la propiedad seguirá llevando la marca Four Seasons.
Del otro lado de la ruta, frente al hotel, está la entrada al Carmelo Golf, una cancha de 18 hoyos que muchos jugadores argentinos aprecian especialmente por su dificultad. Aunque independientes, hotel y cancha funcionan básicamente en tándem: quienes juegan suelen hospedarse en el Four Seasons. Aunque ahora el golf, en un predio de 270 hectáreas, se lanzó también como barrio cerrado con la venta de lotes de entre 3000 y 4000 m2, y chacras de cinco hectáreas.
Pero el country que está poblado hace tiempo es El Faro, lindante con el Four Seasons y también con costa de río. Se trata de otro emprendimiento, sí, de Pacha Cantón, que adquirió estas tierras allá por 1993. Algunas de sus casas se alquilan tanto por fin de semana como por temporada. Pero el lugar es un paseo incluso para quienes no son residentes ni inquilinos, gracias a un pintoresco minipuerto sobre el arroyo las Víboras, con algún local comercial y, sobre todo, por su restaurante. Además, junto al puerto se encuentra la recoleta Posada Camacho, en una antigua casa de estilo francés del siglo XIX.
Finca, bodega y posada
Evidentemente un entusiasta del lugar, Cantón tiene aún otro emprendimiento en la zona: la Bodega y Granja Narbona. Con sedes en Punta del Este y en el Tigre bonaerense, la Narbona de Carmelo ofrece un poco de todo: bodega boutique de vinos y grappa, restaurante de picadas y pastas, posada con tres habitaciones y despensa de los productos de la firma (vinos, obviamente, pero también aceite, yogur, galletitas, fideos y más con logrado packaging retro).
Todo en una casa-anticuario de 1909 rodeada por viñedos de Pinot Noir, Chardonnay y Tannat, donde el mínimo detalle de decoración parece haber sido cuidadosamente elegido. Aunque es un emprendimiento relativamente joven, Narbona consigue engañar al tiempo por un momento y transportar a un pasado imaginario, pero cálido, sabroso y estético.
Datos útiles
Cómo llegar
Cacciola tiene dos servicios diarios del puerto de Tigre a Carmelo. Pasaje ida y vuelta, 187 pesos.
Donde dormir
Four Seasons. Paquete Celebration: desayuno, botella de espumante en la habitación, un almuerzo o cena para dos personas, crédito de 100 dólares para tratamientos en el spa. Desde 355 dólares por noche, por habitación. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Finca Narbona. Hostería, desde 180 dólares por noche. Para comer, el cubierto promedio, con vino, ronda los 50 dólares. Ruta 21, km 267, Carmelo; Tel.: 598-540-4778.
Portal de América - Fuente: www.lanacion.com.ar