por Liz Valotta
La capital francesa se encuentra situada a ambos márgenes de una larga curva del río Sena, en el centro de la cuenca parisina. Durante el siglo XX, su área metropolitana se expandió más allá de los límites del municipio de París y, hoy en día, es la tercera más grande del continente europeo. Asimismo, esta ciudad es, junto con Londres, el centro económico más importante de toda Europa.
Torre Eiffel: construida por el ingeniero francés Gustave Eiffel para la Exposición Universal de 1889, esta torre de hierro es el ícono de la ciudad. El ascenso hasta la cima, de 330 metros de altura, permite apreciar la mejor vista de toda la ciudad.
Museo del Louvre: emplazado en el antiguo palacio real del Louvre, este museo es considerado el más importante del mundo, tanto por la riqueza de sus colecciones de arte anterior al impresionismo (bellas artes, arqueología y artes decorativas), como por la influencia que ha ejercido en los restantes museos del planeta.
Notre Dame: se sitúa en la pequeña Isla de la Cité, ubicada en el corazón de París, rodeada por las aguas del Sena. Es una de las catedrales francesas más antiguas de estilo gótico. Se empezó a construir en 1163 y la obra fue finalizada en 1345.
Sacré Coeur: la Basílica del Sagrado Corazón es uno de los edificios más famosos de la ciudad, situado en lo alto de la colina Montmartre. Su construcción fue decidida por la Asamblea Nacional en 1873, en homenaje a los numerosos ciudadanos franceses que habían perdido la vida durante la Guerra franco-prusiana. El arquitecto Paul Abadie comenzó su obra en 1875 y la terminó en 1914.
Champs Élysées: es la avenida más famosa de París y se extiende desde el Arco del Triunfo hasta la Plaza de la Concordia. Sus galerías y edificios constituyen uno de los paseos más pintorescos de la ciudad. El nombre Campos Eliseos viene de la mitología griega, ya que así se designaba a la morada de los muertos reservada para las almas virtuosas, el equivalente del paraíso cristiano.
Arco del Triunfo: fue construido entre 1806 y 1836, en el extremo oeste de la avenida Champs Élysées, sobre la plaza Charles de Gaulle. Tiene un gran valor histórico ya que Napoleón Bonaparte decidió construir este arco tras su victoria en la Batalla de Austerlitz (1805), cuando prometió a sus hombres que volverían a casa "bajo arcos triunfales".
Museo D'Orsay: dedicado a las artes plásticas del siglo XIX, este museo es especialmente famoso por sus obras impresionistas. Cronológicamente, abarca la historia del arte desde los maestros antiguos y el arte moderno y contemporáneo.
Centro Pompidou: es el nombre más empleado para designar al Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou de París, diseñado por los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers. El edificio alberga el Musée National d'Art Moderne; el IRCAM, un centro de investigación musical y acústica; y una biblioteca abierta al público. Además, posee una de las colecciones de arte moderno y contemporáneo más completas del mundo.
Los Inválidos: el Palacio Nacional de los Inválidos es un imponente complejo arquitectónico francés del siglo XVII. Originalmente se construyó como una residencia real para soldados y militares franceses retirados, lisiados o ancianos, pero hoy alberga instalaciones de arte y religiosas, así como diferentes dependencias para ex combatientes.
Palacio de Luxemburgo: sede del Senado francés, este palacio de estilo barroco fue construido por el arquitecto Salomon de Brosse para María de Médici entre 1615 y 1627. Se emplaza en medio de un jardín de más de 22 hectáreas que funciona como parque abierto al público. A lo largo de su historia fue modificado varias veces y el diseño actual corresponde al arquitecto Jean-François-Thérèse Chalgrin durante el Primer Imperio francés.
Portal de América - Fuente: www.cronista.com