por Juan carlos Díaz M.

La Cartagena de Indias que vivió, estudió e imaginó Gabriel García Márquez podrá recorrerse en 35 estaciones que se establecieron en una ruta-guía, para que los turistas conozcan el límite entre ficción y realidad. Este mágico encuentro con la literatura se podrá escuchar en cinco idiomas y observar a través de la tecnología de audioguías.

La ruta, de cuatro horas, incluye un mapa de lugares tan sugerentes para los seguidores de la obra del Nobel de Literatura como el portal de los mercaderes, los buques de vapor, de los tiempos del cólera y cartas de amor; también da vida a conceptos, como una condena al fuego eterno o andar de venada, extraídos de las vivencias de Gabo en la ciudad.  

'La Cartagena de García Márquez. Historias reales e imaginarias' se llama este paseo literario por portales, jardines, casas y escondites que vivieron los amores contrariados de Florentino Ariza y Fermina Daza en  El amor en los tiempos del cólera,  o los arrebatos de locura de Cayetano Delaura por Sierva María.

Con él también se pisa el terreno real de los primeros pasos que Gabo dio en periodismo de la mano de Clemente Zabala, su primer gran maestro. La idea de crear esta ruta surgió cuando a Jaime García Márquez, el hermano del Nobel, lo buscaban estudiantes o escritores de trayectoria para que les contara sobre los pasos de su famoso hermano por la Ciudad Heroica.

Las estaciones  

La relación de García Márquez con Cartagena comenzó a finales de abril de 1948, cuando llegó huyendo del Bogotazo. Señala el documento de presentación de la ruta que, en esos momentos, La Heroica vivía de sus nostalgias, en medio de la ruina y la realidad fantasiosa de su gente.

"La ciudad -dice- parecía estar esperándolo para la puesta en escena de su creación literaria. Cartagena era un escenario mandado a construir para el escritor, por la mano del destino".  

Y allí comenzó la unión que aún perdura entre la ciudad nostálgica de las murallas y el incipiente escritor, que años más tarde le daría gloria a Colombia. De ahí que las estaciones de la ruta garciamarquiana estén atiborradas de asociaciones legendarias, empezando por el templo de Santo Domingo, cuya torre del campanario en lo alto, según la leyenda, fue torcida por el demonio en persona.  

Cuenta la leyenda popular que el diablo, disfrazado de ingeniero, tentó a los austeros dominicos para que construyeran una torre más elegante, que él había diseñado; sin embargo, al ser descubierto en su engaño sufrió un ataque de furia y, en venganza, intentó derribar la torre, que apenas logró torcer un poco.

Otra estación es la Plaza de los Coches, llamada El Portal de los Mercaderes, en  El amor y otros demonios ; allí comienza la tragedia de la protagonista, cuando es mordida por un perro rabioso, tal y como Gabo lo narra en la célebre novela.

"Un perro cenizo con un lucero en la frente irrumpió en los vericuetos del mercado el primer domingo de diciembre, revolcó las mesas de fritangas, desbarató tenderetes de indios y toldos de lotería, y de paso mordió a cuatro personas que se le atravesaron en el camino...".

Horarios: De 9 a.m. a 6 p.m. Salidas especiales para grupos, previa solicitud   en cualquier horario diurno o nocturno. La ruta se puede recorrer a pie o en coches tirados por caballos. Precio: 65.000 pesos.  

Una ruta entre la realidad y la ficción: El recorrido pasa por 12 plazas y 12 calles principales. Hay audios con efectos especiales de ambientación para un mayor disfrute y entretenimiento del 'tour', en cinco idiomas: español, inglés, alemán, italiano y francés. Los audios tienen una duración de dos horas 30 minutos.

Portal de América - JUAN CARLOS DÍAZ M.CORRESPONSAL DE EL TIEMPO - Foto: Archivo EL TIEMPO