por Sergio Antonio Herrera, desde la terminal 3 del Aeropuerto Charles De Gaulle, París

Nosotros desde siempre, honrando el pensamiento y sostenida "evangelización” al respecto de Damián Argul, pensamos en clave constante a esta actividad, por lo tanto, acompañamos y aplaudimos la propuesta del organismo guía del turismo en el planeta, pero en la nuestra, pensándolo como lo señalamos en nuestro eslógan.

Tal vez repensando muchos líderes aprovechen a hacer autocrítica y reflexionen para encontrar la respuesta a la pregunta que pocos hacen pero que todos querríamos conocer: Cuáles fueron las causas por las que “chocaron” este negocio brillante que accedieron a “manejar”.

También repensando, se logre encontrar la fórmula para que los grandes beneficiados de la transversalidad: empresas constructoras; frigoríficos; fabricantes de maletas y artículos de viaje; casinos; bodegas; destilerías; empresas financieras; emisores de tarjetas de crédito; cadenas hoteleras; plataformas de alojamiento turístico; grandes aerolíneas; parques de atracciones, y muchos etcéteras más, entiendan que también deben estar en el inicio del proceso de generación de las corrientes turísticas, trabajando con el empresariado específico e invirtiendo en capacitación de capital humano y en promover esos movimientos de personas que terminan derramando buena parte de sus ingresos.

Tal vez al repensar, los grandes medios de comunicación (si es que se avienen a ello) entiendan que deben generar periodistas especializados en turismo como lo hacen con el agro, el deporte, la economía. De esa forma dejarían de cometer los gruesos errores que en ocasiones hacen fracasar una temporada o herir de muerte a algún destino, producto o servicio.

Para cuando pasen los festejos y volvamos “a la normalidad”, nosotros seguiremos pensando el turismo.

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