por Sergio Antonio Herrera, desde el autocar rumbo a Cambridge
Somos habituales testigos de la “demonización” de los circuitos terrestres, sobremanera de los que permiten conocer este viejo continente, tan increíble y tan atractivo.
Quizás pese en nuestro concepto la abundante experiencia anterior como touroperadores de circuitos terrestres y combinados aunque en Sudamérica, pero debemos reafirmar que para determinados itinerarios como el que estamos haciendo ahora, 19 días por las Islas Británicas y Bretaña es una solución estupenda. Del mismo modo que evaluamos una anterior experiencia (2019) que nos permitió hacer en 11 días Andalucía y Marruecos.
No será la panacea pero de ningún modo es el calvario que a muchos les gusta pintar, sobremanera desde la pose de “nuevo viajero frecuente” aunque lo sea desde siempre, ya que está denominación la inspira el sinónimo de “nuevo rico”, es decir: “todos tienen que saber que lo soy y si no lo saben o no se dan cuenta, se los recuerdo de modo permanente”.
Quienes siguen nuestros viajes a través de las crónicas desde hace años, son testigos de que hemos experimentado la más amplia gama de modalidades. Circuitos aéreos (14 aeropuertos en USA 2018); cruceros por el Caribe o el Mediterráneo en diferentes compañías; con autos alquilados o en leasing; estadías en complejos All inclusive; los circuitos ya mencionados más una innumerable cantidad en nuestra región y de los dos lados “del mostrador”, ya sea como pasajeros o como organizadores e incluso como guías o tour conductores.
Entendemos necesaria la autoreferencia para basar la opinión: para cada instancia, siempre que el proveedor sea el adecuado, hay una modalidad conveniente. Lo inteligente no es filosofar entonces, sino saber elegir y adecuarse antes, durante y después.
Puede aceptarse que haya quienes no aprueben circuitos como el actual y recuerden a modo de escudo la legendaria comedia estadounidense del 69, “Si hoy es martes, esto es Bélgica”. Pero a la vez habría que evaluar de qué otra forma, y a precios accesibles, razonables, podríamos “movernos” en el Reino Unido si no es en circuito. Por un momento fantaseamos en alquilar un auto y viajar por la cuenta. Viendo nuevamente el tránsito en vivo y en directo, nos felicitamos calurosamente por desestimarlo.
Si hoy es martes, esto es Bélgica.
Capítulo aparte son el promedio de los nuevos viajeros. Rostros serios, introspección, callados hasta la mala educación de no responder un simple saludo. Semillas de los próximos “Nuevos viajeros frecuentes”.
Estamos llegando a Cambridge, guardo el termo y el mate y me apronto a contestar algunas preguntas a las que generalmente respondí que es una infusión, que “es como tomar té”. Creo que esto sigue, fue la primera entrega de esta saga.
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