por Sergio Antonio Herrera, desde Salinas, Uruguay - @DelPDA
La mirada de entrecasa
Por lo tanto, cuando leímos en eTurboNews las revelaciones que condensamos en la columna anterior Los amigos del Secretario General de la OMT en Georgia; España y Uruguay reciben importantes contratos, lo atamos con lo que nos contara hace pocos días en la charla que, compartiendo una birra helada en la Plaza Mayor madrileña, tuvimos con ese viejo amigo.
Obviamente que lo que a nosotros nos llamó la atención, no fue que un medio del nivel de eTurboNews , nombrase a Uruguay, sino que al señalar a los amigos de Pololikashvili, que recibían importantes contratos, junto a españoles y georgianos, incluyese a algún uruguayo.
Naturalmente, repasamos mentalmente los apellidos de compatriotas que tienen contacto con la "casa mayor del turismo con sede en Madrid" y se nos representaron de inmediato Kechichian; Liberoff y Antía por los cargos que ocupan y porque hemos presenciado más de un contacto. Pero claro, son contactos inherentes a las funciones y que sepamos, más allá de rumores que ubican como un hecho, al actual Subsecretario ingresando a la OMT en marzo próximo (máxime, si el FA no retiene el Mintur), al menos nosotros no tenemos pruebas que puedan confirmar alguna vinculación relacionada.
Otro nombre y apellido es el de Ramón de Isequilla, el avezado lobista puntaesteño quien desde hace años (por tanto no empieza la historia con el actual SG sino con el anterior, Taleb Rifai) ha logrado conjuntar los intereses de su ciudad y su departamento con la OMT, consiguiendo una de las irrelevantes once Vicepresidencias del Comité de Miembros Afiliados (según mi amigo, el de la birra, es un "No cargo", ya que no cumplen ninguna función. Y en la actual asamblea no sería nada extraño que consiga la presidencia, lo que lo obligará a citar y presidir la reunión anual de miembros afiliados (sector privado y académico). No nos consta tampoco que así sea pero, si Ramón consiguió de Pololikashivili algún contrato importante, viva su cara, es privado, está en todo su derecho.
Y recorriendo "el espinel" de los amigos uruguayos de Zurab, no podemos obviar un nombre y un apellido muy importante y muy conocido, indiscutiblemente ligado a él, a tal punto que son hinchas ambos del mismo club de fútbol, el Atlético de Madrid, razón por la cual los dos vinieron al casamiento de Diego Godín a fines del año pasado. Hablamos de Francisco Bustillo, Embajador de Uruguay ante el gobierno de España, quien también se hizo presente el 2 de enero pasado en el Ball Room del Punta del Este Resort, cuando el SG de la OMT le entregó al Intendente de Maldonado Antía (en vez de al Presidente del Punta del Este Convention Bureau, la certificación como OGD. Ese mismo día, entrevistamos al Secretario General y se dio una de las instancias más extrañas que nos tocó vivir en nuestra carrera. La compartimos: Intentamos dialogar con el Secretario General de la OMT
Zurab Pololikashvili
Antes de asumir, se peleó con su antecesor, Taleb Rifai, que se había jugado a fondo por defenderlo en la Asamblea General, durante la cual muchos países querían que se repitiera la votación porque no estaban convencidos (con razón) de que el Georgiano Pololikazhvili fuera el adecuado.
Nada más asumir empezaron los despidos de altos cargos, comenzando por el Director de Administración y Finanzas, un funcionario de larga trayectoria en el sistema de Naciones Unidas, muy probo y estricto en ceñirse a las normas. Esto último ciertamente no le convenía al nuevo SG. En su remplazo designó a un joven azerbayano que estaba en un cargo menor (escalafón G, es decir administrativo) y lo subió al escalafón P (profesional) duplicando su remuneración. Este Azerbayano, aparentemente crucial en transmitirle información previa a la elección, es el que maneja la OMT: Mano derecha del SG de la OMT: Mussalim Afandiyev de Azerbaiyán, "el limpiador"
Desde enero de 2018 a la fecha han sido despedidos al menos 10 altos cargos (de un total de 15), de larga experiencia en la OMT, siendo remplazados en su mayor parte por gente ajena al turismo, sin verdaderos concursos como exigen las normas de Naciones Unidas, y con personas de nacionalidades que coinciden con los miembros del actual Consejo Ejecutivo, que es el que debe decidir su posible reelección en 2021.
Un caso emblemático es el de Jaime Alberto Cabal, ex-Ministro y Embajador de Colombia, que fue el candidato que él mismo levantó para dividir el voto latinoamericano. En Julio 2018 lo designó Secretario General Adjunto (cargo N°2). Jaime Alberto Cabal renunció menos de un año después, porque se percató de lo mal que andaban las cosas al interior de la OMT, y porque vió que no le dejaban ninguna atribución ya que todo lo decidía el azerbayano.
Nuestros informantes coinciden en afirmar que la situación empeora cada día, a vista y paciencia del Consejo Ejecutivo, donde la mayoría de sus miembros han recibido algo a cambio de su silencio.
Este señor, es quien está encaramado en el lugar de mayor privilegio en el concierto mundial del turismo. Desde su asunción, se ha ido alejando la flor y nata de la organización ya que varios de los honestos, los profesionales de verdad, han dado un paso al costado.
Sabemos que muchos esperan de nuestra parte que demos el nombre y el apellido de los uruguayos que pueden haberse beneficiado con algún contrato importante otorgado por el simple hecho de ser amigo del georgiano que conduce al turismo a escala mundial.
No lo sabemos, no tenemos no solamente pruebas, sino tampoco indicios de quien o quienes puedan ser. Pero eso no es lo relevante, lo que está claro es que la OMT huele a podrido y ante ello, hay que estar lo más lejos posible de esa realidad.
La mayor distancia que pueda tomar Uruguay de la OMT mientras esté Pololikashvili será saludable. Como viene la mano, sabemos que esto no ocurrirá, hay muchos intereses de por medio como para emular a los honestos del mundo y dar también, el paso al costado que requiere el contexto.
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