por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

La empresa del grupo Indigo Partners ya está a punto de poner su primer avión en la República Argentina operando desde Chile hacia varios destinos de nuestro interior, incluido EPA (El Palomar).

No es una buena noticia para Flybondi que pudo haber estado en la mira de este grupo que puso una orden de compra por 430 aviones dividida entre los dos modelos  A 320 neo y A321 neo, como diría la querida doña Rosa, aviones no le faltarán…

Flybondi está operando con una flota antigua, lo que no quiere decir insegura, sino que el impacto se nota en los costos, y si bien ya habría superado los 110.000 pasajeros, su ocupación oscilaría entre el 60 y 65%, lo que resulta insuficiente para poder aplicar el modelo “low cost”.

Según dimos cuenta en una nota anterior, en el mercado aéreo argentino, chico por cierto, se comentó que en algún momento el grupo Indigo Partners habría tenido en vista a Flybondi, pero también siempre según el famoso “off de record”, finalmente se desistió optando por Alas del Sur, porque no tenía historia, solo papeles en buen estado.

Esta sociedad  luego de que le fuera adjudicada una serie de rutas tenía la intención de comenzar su operación con tres aeronaves A 320  durante el año pasado y llegar a las 12  en 2022. Para los vuelos internacionales pensaba operar con B 777 y entre las rutas propuestas estaba China vía San Francisco, partiendo desde Córdoba. Incluso en un momento se creyó que un grupo chino que se vinculaba con alguna participación minoritaria en Azul Líneas Aéras eran los financistas de la sociedad. El rumor tuvo varias versiones que incluso vinculaban a un banco de origen chino, pero con el tiempo se fue  diluyendo.

La página web de la empresa ratifica que hasta la fecha estaba inoperativa, aunque se publicitan algunos destinos locales para explotar entre abril y diciembre del año pasado. (sic)

Cuando se realizó la audiencia pública del 5 de diciembre de 2016 ya habíamos comentado que todo indicaba que lo que se intentaba era armar una sociedad con todos sus “papeles en orden” para luego venderla reiterando la experiencia de Aero 2000, que fue el vehículo formal que permitió el ingreso del grupo LAN, ahora LATAM, a la Argentina.

Cuando la venta de la sociedad Alas del Sur S.A. se conoció públicamente en nuestro pequeño mercado, se consideró que ello era una muy mala noticia para la gente de Flybondi y que además podría condicionar la presencia de Norwegian como sociedad registrada en la Argentina, aunque bajo control extranjero.

Asimismo pienso que no hay mercado para tantas empresas, dada la situación económica del país y esta nueva recesión que parece imparable y cuyos efectos ya se notarían no solo en el turismo emisivo sino también en una baja de la ocupación en el cabotaje y obvia en el internacional.

Si bien tiene y no que ver, muchos se preguntan que pasará con Aerolíneas Argentinas y Austral, ya que gran parte de sus costos se incrementaron en moneda nacional en un 50/60%, el gobierno se propuso disminuir el déficit al 1,3 del PBI lo que augura un tiempo muy difícil para su conducción que obviamente y en el máximo pesimismo consideraban que la devaluación del peso se detendría en los famosos $ 25 por dólar.

Va de suyo que Jet Smart se constituirá en un muy  bravío competidor no solo en el cabotaje sino en el regional, pero la estrategia del Jet Smart seria el mercado Latinoamericano más que el cabotaje argentino en este momento de nueva incertidumbre, ahora no solo económica, sino también política.

Un observador del transporte  aéreo  me decía algo que suena muy racional, por el momento que las sociedades que exploten servicios aereos tienen mayor seguridad jurídica radicando sus bases en los otros países de la región, por eso también se observa al Uruguay y el modo de reeditar el esquema Pluna-Campiani, por cierto actualizado.

Para algunos, Jet Smart podría significar un dolor de “bolsillo”, para otros, quizás menos una esperanza.

En noviembre podría aterrizar el primer Jet Smart en El Palomar y quizás antes en otros destinos argentinos “….tarifas para todos y good trip…” seguramente estará pensando nuestro superoptimista Ministro de  Transporte “Guillo”, para los íntimos.

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