por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

En sus diálogos con Abraham Skorna Jorge Bergoglio, hoy FRANCISCO, decía que “El desprestigio del quehacer político es necesario revertirlo porque la política es una forma más elevada de la caridad social”.

Creo que este pensamiento que elevo a la categoría de principio será la guía que siempre tendrá presente Francisco y que tiene que ver con nuestras transcripciones del copete, la Iglesia necesita ser restaurada y la dignidad de la gente debe ser rescatada.

La pregunta sería ¿qué es lo que debe ser rescatado?.

Lo que debemos rescatar es el “poder de los mediocres”.

Muchos de los países del mundo, entre ellos algunos de América, están en manos de mediocres lo que significa “ausencia de los mejores”  y su consecuencia es que de ese modo se va instaurando una ceguera que impide distinguir lo mejor de lo peor convirtiendo  a la estupidez en inteligencia y nos lleva a ese conformismo que hace que la gente prefiera que lo peor es mejor que nada.

La Iglesia debe ser restaurada y la tarea de Francisco debería consistir en traer las predicas de Jesus al siglo XXI.

Siempre me pregunto si Cristo reapareciera hoy 14 de marzo de 2013 como predicaría...

Esa es la tarea de Francisco predicar para la gente de esta época y sobre todo la de fertilizar valores que son perdurables en nuestra cultura.

Francisco recrea la fuerza de la espera para creer en la esperanza que despierta su elección en nuestro universo.

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