por Eliseo Sequeira, desde Montevideo, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Como el Ministerio de Turismo volvió a las estadísticas trimestrales (en noviembre y diciembre de 2021 y enero 2022 las había brindado mensualmente), nosotros también, a pesar de recibir la información mensualmente.
Lo primero que se aprecia es que al igual que en el resto del mundo, ha crecido el tránsito de pasajeros transfronterizos en comparación con el año 2019. En el caso específico de Uruguay, en este tercer trimestre de 2022 hubo un 13,7% más de ingresos y un 26,7% más de egresos que en el mismo período de 2019.
Pero cuando comenzamos a desglosar esos guarismos, hay situaciones que sorprenden y apoyan nuestra tesis que hay que ir hacia un relevamiento más profundo de los movimientos transfronterizos. Podremos dar nuestra opinión, pero mejor sería si ellas pudiesen ser apoyadas o rebatidas con datos más precisos, de los que hoy carecemos.
Comencemos con los uruguayos que cruzaron fronteras. Dadas las condiciones económicas favorables para ellos en los dos países vecinos, vemos que en trimestre hubo un 39% más de ingresos y un 65% más de egresos que en el mismo período de 2019. Y este fue el factor determinante para el crecimiento al que hacíamos referencia dos párrafos anteriores.
Pero cuando restamos del movimiento a los uruguayos, nos encontramos que el movimiento de extranjeros a través de nuestras fronteras en ambos sentidos fue inferior al ocurrido en el tercer trimestre de 2019, un 19% menos de ingresos y el 24% menos de egresos. Y aquí está la primera sorpresa, pues esa diferencia significa que en el tercer trimestre de 2022 hubo 51.747 extranjeros que entraron a Uruguay y no volvieron a salir en ese período. Los motivos no los conocemos, pero la racionalidad nos indica que la mayoría de ellos no están en "plan turista".
Pasemos a analizar el comportamiento de los viajeros con los que tenemos fronteras terrestres. En el caso de los argentinos, hubo un 25% menos de ingresos y el 21% menos de egresos, pero a pesar de ello, hubo 4.443 más que salieron. En el caso de los brasileños, la diferencia es inversa y mucho mayor. Hubo un 15% menos de ingresos y un 30% menos de egresos, y en términos absolutos significa que hubo 25.349 que entraron a Uruguay y no volvieron a salir en ese período.
La diferencia mayor la encontramos en el movimiento de extranjeros de países con los que Uruguay no tiene fronteras terrestres. En este caso hubo un 2% menos de ingresos y un 27% menos de egresos, lo que en términos absolutos significa que hubo 30.841 que entraron a Uruguay y no volvieron a salir en ese período. En este grupo es muy probable que haya una alta proporción de migrantes.
Ahora deberemos esperar el "balance" del Ministerio de Turismo y nuevamente haremos nuestra lectura de las estadísticas oficiales de visitantes, esta vez para el tercer trimestre de 2022. Y volveremos a tomar en cuenta el largo de la estadía, el aumento de precios (IPC) en moneda uruguaya y el valor del dólar, combo que ya demostramos que tira los ingresos y la rentabilidad del sector al suelo.
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