por Eliseo Sequeira, desde Montevideo, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Comencemos con las estadísticas. La publicada completó el primer semestre del año y dio lugar al titular "Argentinos que visitaron Uruguay en el primer semestre fueron la mitad que antes de la pandemia, pero en promedio gastaron más" del Semanario Búsqueda. Si tomamos los números estrictamente, el titular es correcto y la situación sería favorable al empresariado turístico. Pero la realidad muestra una situación diametralmente opuesta.
Tomemos el primer trimestre. Los argentinos que ingresaron fueron el 33,8% (235.964) de los de 2019 (698.591), y en promedio cada uno de ellos habría gastado un 38% más (U$S 1000,3) que en 2019 (U$S 724,5). Hasta aquí el titular sería correcto, pero no toma en cuenta el largo de la estadía, el aumento de precios (IPC) en moneda uruguaya ni el valor del dólar. Ese combo tira los ingresos y la rentabilidad del sector al suelo.
Comencemos con el largo de la estadía. En 2019 era de 6,7 días y este año fue de 10,7 días. Por lo tanto el promedio diario de gasto de cada argentino en Uruguay en el 2019 fue de U$S 108,1, en tanto este año fue de U$S 93,5, un 13,5% menos. Primera pregunta ¿qué sacrificó el argentino que le permitió gastar menos por día?
Sigamos por el aumento de precios (IPC) en moneda uruguaya. Entre febrero de 2019 (IPC=192,53) y febrero de 2022 (IPC=247,68) el IPC aumentó un 28,6%. Segunda pregunta ¿cuánto de ese aumento pudieron los negocios trasladar al precio y qué tanto afectó ello a su rentabilidad?
Para finalizar, veamos el valor del dólar, tomando como referencia el valor de compra publicado por la DGI. El 1º de febrero de 2019 era de $ 32,483, en tanto el 1º de febrero de 2022 era de $ 43,907, un 35,2% más. Esta cifra merece una reflexión y una pregunta. El aumento de la cotización del dólar supera el aumento del IPC, pero ¿qué tanto pudo aprovechar o no esta realidad en la conformación de sus costos y sus precios?
En el segundo trimestre la situación fue similar. En 2022 ingresaron 243.956 argentinos, un 17,4% menos que en 2019 (295.354). El promedio diario de gasto en el 2019 fue de U$S 99,4, en tanto este año fue de U$S 91,1, un 8,4% menos. Entre mayo de 2019 (IPC=195,19) y mayo de 2022 (IPC=252,82) el IPC aumentó un 29,5%. Por último, el valor del dólar el 2 de mayo de 2019 era de $ 35,101, en tanto el 2 de mayo de 2022 era de $ 40,926, un 16,6% más, por lo que la probabilidad de pérdida de rentabilidad es mucho mayor, casi segura, y potencia la segunda pregunta hecha para el primer trimestre.
Los datos del 1º al 19 de julio
Según el Ministerio de Turismo con datos de la Dirección Nacional de Migración, en este período ingresaron 309.319 pasajeros. Cabe señalar que si se mantuviera este ritmo, se superaría la cantidad de pasajeros ingresados en julio de 2019.
Pero volvemos a la pregunta del título de columnas anteriores "Para Uruguay, ¿el turismo se ha convertido en más de ida que de vuelta?". Porque de esa cantidad de pasajeros ingresados, el 72,2% (223.303) eran uruguayos que seguramente en algún momento habían salido del país por motivos de ocio o trabajo. Más aún, esa cantidad de uruguayos en 19 días es mayor que los 217.502 uruguayos ingresados en todo el mes de julio de 2019.
El diferencial está en los pasajeros extranjeros ingresados, 86.016, el 80,3% de los cuales son argentinos o brasileños. Si se mantuviera este ritmo no se llegaría a la cantidad de extranjeros ingresados en julio de 2019. Urge captar viajeros extra región, y para eso se requiere conectividad aérea adecuada en frecuencia y precios.
Corolario
Por algo en Objetivo Turismo, que se realizará el 15 y 16 de setiembre próximos, dedicamos un Panel a "¿Cómo medir el sector turístico?”. Trataremos de terminar con los diagnósticos y comenzar con las soluciones.
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