por Ricardo Montenegro, desde Colonia del Sacramento

La medida será antipática, pero les debe dar resultados, si no, no la aplicarían y actualizarían periódicamente.

Y aunque a esta altura parece difícil para ellos, podrían ahorrar muchísimo dinero en 2014, siguiendo la línea de Uruguay y hacer todo lo posible para no clasificar al mundial de fútbol de Brasil.

Ya en 1978, la selección celeste no participó de la máxima competencia en Argentina y los que teníamos previsto ir nos quedamos con las ganas (“algún año se jugará de nuevo en Brasil” nos decíamos), pero no gastamos nada tampoco.

Si la selección de milagro y hazañosamente –gracias a sus jugadores- clasificara y además repitiera una actuación como la de Sudáfrica, compitiendo por 30 días en lugar de 10, por más que sea ahí nomás en Brasil, nos costaría bastante.

Póngale usted 100 dólares por día, mínimo. ¿Cuántos uruguayos se moverían: 30.000, 40.000 o 50.000? Es mucho, además a mayor demanda, sube el precio, así que las tarjetas moverían millones de la verde moneda, para ir al país de la verde amarela tras la ilusión de otro Maracaná o aunque sea, algo parecido, como pasar el grupo y ganarle a un europeo.

Como aquí el que quiera puede gastar, así lo haremos si nos da el bolsillo o el plástico, pero recordamos que –como se dice en el fútbol- ya no depende sólo de nosotros.

Es una idea para el gobierno de los argentinos, que son más, viajarán más y gastarán mucho más.

Así que, señora presidente, aunque difícil porque ya están casi ahí, dé la orden de marcha atrás a Messi, Higuaín, Lavezzi, Agüero, Di María, Pastore, Tévez y a otros más de esos que rinden en casa como donde trabajan.

Comprendo señora, que imitar a Uruguay no les guste, pero las arcas de su nación están en juego.

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