En esta etapa de distopía pandémica, donde todos los días se vuelve a escribir la historia de acuerdo con las necesidades políticas de los gobernantes, el turismo español no podía quedarse atrás, ahora tenemos la “Navaja de Maroto”.

La imagen de la ministra de turismo (nominada a futura vicepresidenta en las elecciones madrileñas por el candidato del PSOE) en la puerta del congreso de diputados, con una foto de una navaja presuntamente ensangrentada, es la peor promoción y el peor favor que se le puede hacer al turismo español.

La única obligación de un ministro de turismo es ocuparse de la actividad turística, defender sus intereses y promover al país, para atraer cada día más y mejores turistas, si quiere hacer política y tiene ambiciones personales que renuncie y no arriesgue la imagen turística de España.

Que puede pensar un posible turista que ve al ministro de turismo con la foto de una navaja con la cual fue amenazado y diciendo según lo recoge El Periódico.com:

….Maroto, que confesó sentir "miedo", denunció ante la Policía Nacional la carta y avisó de que este hecho demuestra que "todos los demócratas" están "amenazados de muerte"…
… "Esto significa que van en serio, que nadie se está inventando nada, que personas como yo, que somos personas muy sencillas, que hablamos siempre de hacer las cosas por el bien común, reciban esta carta, es para preocuparse…
… Así, advirtió de que esto demuestra que "cualquiera de nosotros podría estar amenazado". "Podemos estar comprando y que alguien quiera atentar contra nuestra vida. Tenemos que dejar la crispación. Esto va en serio. Hay mucha gente más amenazada y no nos van a callar", aseveró. Maroto hizo estas declaraciones en el Congreso, antes de que se conociera la identidad del presunto atacante…

Seguramente un europeo o un norteamericano no van a tener muchas ganas de venir a un país donde amenazan de muerte al mismísimo ministro de turismo.

La mediática amenaza de muerte resultó muy pocas horas después una chapuza, ya que el sobre “anónimo” que la contenía, traía el remitente con nombre, apellido, dirección y código postal. La imagen de la policía llegando al domicilio del “amenazador”, (que resulto una persona con trastornos mentales, conocida en su pueblo por sus desvaríos), puede haberse parecido a una escena de “Memo Carotenuto”, en “Los desconocidos de siempre”.

Los que tienen responsabilidades de estado deben saber que, si descienden al barro de las campañas electorales, corren el riesgo de hacer el ridículo, aparte del inmenso perjuicio que causan a la imagen de su país.

El 4 de mayo cuando se acabe la “fiesta” de las amenazas, y parafraseando a Serrat y no a Machado, “con la resaca a cuestas, vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza, y el señor cura a sus misas, y también porque no, vuelve el ministro a sus turistas”.

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