por Ariel Badán Carreras, desde Córdoba, Argentina
Podríamos retroceder en el tiempo y ubicar a la Edad Media como la época de nacimiento de las Ferias en Europa, cuando los caminos y el transporte eran difíciles, costosos e inseguros. Las Ferias se convirtieron en los únicos lugares donde adquirir artículos provenientes de países lejanos e incluso aquellos, que siendo de primera necesidad, escaseaban en los territorios más cercanos.
En la actualidad las FERIAS DE TURISMO, que es el tema que nos ocupa, podemos definirlas como una herramienta necesaria de apoyo tanto empresarial como político para la promoción, desarrollo y venta de un destino y de servicios turísticos, siendo también en los últimos años el marco ideal de Foros y Seminarios para autoridades de gobiernos, profesionales de la industria MICE y las nuevas generaciones de los mismos.
El turismo es una de las actividades económicas más importantes del mundo y que se viene recuperando. Según los pronósticos de la OMT para finales de 2023 las llegadas de turistas internacionales podrían situarse entre el 80% y el 95% de los niveles prepandémicos, incluyendo el turismo Corporativo, de Congresos y viajes de Incentivo.
Por ello, las Ferias de Turismo tradicionales como también las dedicadas al Turismo MICE, a partir de la década del 60 han sido y son de una importancia indudable, generando un gran beneficio económico en el lugar dónde se celebran. Desde entonces las ferias vienen creciendo y evolucionando a la par de la actividad turística, y son de suma importancia económico-comerciales y culturales.
Es importante que aquellos que asistan a una feria tanto del turismo tradicional como el MICE, tengan en cuenta algunos aspectos importantes que ayudarán a tener resultados satisfactorios, y harán útil la inversión de asistencia que significa participar en estos eventos.
Es fundamental tener un objetivo claro de esa misión, y que acciones se estiman llevar a cabo al momento de tomar contacto con tour operadores, agencias de viaje y transportistas. Sobre todo, tener claro que información se brindará y la manera de hacerlo.
Es muy importante que la oferta que se presenta, tenga concordancia con el destino, ya que éste es el atractivo principal. Por ejemplo, presentar una oferta de ocio basada en conciertos y festivales de música al aire libre, cuándo debería presentarse en un destino con espacios verdes y paseos, baja contaminación de ruidos y libre de tráfico intenso. Estas contradicciones entre imagen de destino y oferta crean confusión, y la confusión crea desconfianza en el consumidor, convirtiéndose así uno de los principales enemigos de la venta.
Si bien las ferias de turismo tienen jornadas de puertas abiertas al público en general, el objetivo es la llegada a los profesionales de la industria que comercializan los productos turísticos. En virtud de la gran cantidad de empresas asistentes y el limitado espacio de tiempo en el que se desarrolla la feria, es importante realizar una selección de aquellas empresas con las que estemos interesados entrevistarnos, y concertar una cita de forma previa al inicio de la feria.
Es muy importante que la presentación y exposición del producto se adapte en forma clara y concreta para que la contraparte lo reciba, aprovechando al máximo el tiempo limitado que generalmente tienen estos contactos en los stands.
En lo posible es muy importante comunicarse en el idioma del potencial cliente, y si el material promocional se puede leer en ese idioma mucho mejor; esto generará una gran empatía y acercamiento. Ser también claros y concisos beneficiará la reunión, ya que la ambigüedad genera desconcierto.
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