por Bárbara Gimpel, ODIT Uruguay.Desarrollo e Innovación Turística

Una característica netamente uruguaya es la modestia y la humildad bien entendida.

Pero a veces, metidos en esta actualidad tan competitiva, nos obsesionamos tanto por generar una imagen de solvencia que lo hacemos a cualquier costo.

El punto es que en algunas ocasiones nos habituamos a aceptar compromisos que no sabemos a ciencia cierta si tendremos la capacidad de cumplir.

Así es como en algunos puestos y trabajos que requieren una sensibilidad, preparación y formación específica terminan ubicándose personas “de muy buena voluntad” pero sin el bagaje de conocimientos o caja de herramientas adecuada.

El problema de esto es que, si pasa en turismo, los resultados o los “no resultados” pueden ser notorios.

Los turistas esperan que quien los recibe “sepa”: Como invitarlos, que quieren, como proveerles lo que quieren, con que expectativas vienen y como satisfacerlas en cuanto a producto y calidad, como darles lo que esperan y mas.

Y los que trabajamos en turismo debemos “saber” y si no “debemos (con carácter perentorio y obligatorio) aprender” como renovar la oferta, como reciclarnos, como innovar pues el mundo de la experiencia turística es demandante de muchas satisfacciones y no permite la ecuación ensayo y error. El turista premia, pero no perdona.

Estamos construyendo una identidad turística sólida, un modelo de turismo sostenible y con crecimiento sostenido del cual el mundo quiere aprender, y debemos hacerlo con responsabilidad.

La invitación es entonces a aprender, a aprender de los que saben, de las tendencias, de las tecnologías, de la información cruzada entre operadores, de los procesos conjuntos, de las cosas bien hechas y de las mal hechas (que siempre aportan), de la construcción de confianza, de la inventiva de los visionarios, en fin…tenemos mucho para aprender, de nosotros mismos y también de los demás.

Ya lo dijo el incomparable Benedetti (mucho mejor que yo por cierto):

“Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo.
La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
La gente que lucha contra adversidades. Me gusta la gente que busca soluciones.
Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida,
ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.”

Portal de América