Miércoles, 18 Octubre 2023

Deshojando la margarita

Estamos esperando el transfer en el lobby del hotel de Amán para ir al aeropuerto y volar hacia El Cairo. No son momentos convencionales ya que en esta misma ciudad anoche en un atentado a la embajada israelí hubo dos muertos y dos heridos.

Áqaba es una ciudad que se encuentra en el punto más austral de Jordania, en el golfo de Áqaba, una entrada del mar Rojo, al este de la frontera entre Jordania e Israel en el golfo de Aqaba. Es el único puerto de Jordania. La ciudad más cercana es Eilat (Israel). Forma parte de la Penìnsula Arábiga junto a Arabia Saudita, que se encuentra por carretera a solamente 26 kilòmetros, y al otro lado del Mar Rojo con Eilat (Israel) y la Península del Sinaí (Egipto). Habitada desde el año 4000 a. C., alberga el castillo de Áqaba de la época islámica y, junto a él, se encuentra el Museo Arqueológico de Áqaba. Llegamos directamente desde Petra/Wadi Musa y el contraste es impactante desde la aridez del gran enclave arqueológico a esta ciudad costera con un Mar Rojo espectacular. Pernoctamos allí y a la mañana siguiente con un cambio sustancial salimos hacia el Mar Muerto.

La llegada a Wadi Musa, la ciudad de la provincia del mismo nombre, construida alrededor de Petra, el importante enclave arqueológico en Jordania, capital del antiguo reino nabateo, impacta. Pero los ùltimos 1200 metros a travès del desfiladero, permiten asombrarse con diversos monumentos, formaciones rocosas caprichosas y una canalización del agua impresionante. Petra quedó en estado de abandono alrededor del siglo XIII hasta su redescubrimiento para los europeos en el siglo XIX. La ciudad está enteramente esculpida en piedra arenisca. La naturaleza de esta roca permitió a sus habitantes la construcción de un sistema de canales y cisternas. Los canales esculpidos directamente en la roca eran recubiertos de una pasta resistente al agua y contaban además con otra red de cañerías cerámicas. Toparse con la monumental estructura del Al Khazneh (El tesoro), es sencillamente indescriptible.

Finalmente, el martes 10 estábamos a las tres y media de la madrugada en el Ben Gurion para abordar un vuelo de Turkish programado a las 06.20 con destino Estambul. Carlos Pera, director de Aeromundo Uruguay y representante de Europamundo le había dicho a Martín Olivera simple y concretamente: "sacalos de ahí"; nosotros a nuestra vez coincidiendo con Pera le mandamos el mensaje a Olivera: "adonde sea, pero sácanos de aquí, no sé cuánto tiempo más va a aguantar mi esposa". Hubo dos cancelaciones de Royal Air Jordan en vuelos directos a Amán por ello, cuando nos dijeron EsTamburelli fue una gran noticia. El vuelo decoló recién a las 10 AM haciendo que esa nueva espera a bordo fuese un calvario ya que temíamos una nueva cancelación. Ya en la gran urbe turca, debimos trasladarnos desde el aeropuerto regional al internacional que estaba a ciento diez euros de distancia... pero finalmente embarcamos, llegamos a nuestro hotel en Amán a las dos de la madrugada del miércoles 11 y a las siete y media ya estábamos a bordo del bus con el grupo para viajar hacia el sur por el Valle del Jordán y con el Mar Muerto a la vista, hasta llegar al campamento de Wadi Rum en el desierto, lo cual compartimos. (No se pierdan el final del video con la comida apareciendo desde abajo de la arena. Cordero, pollo y legumbres, exquisito!!).

Alcanza con observar los rostros de los compañeros de viaje y las exclamaciones de júbilo ya al momento de trepar al canasto del balón turco o globo aerotástico para entender luego cómo a muchos, les brotan las lágrimas de emoción. La decisión no es fácil, hay que subir a estos artefactos por primera vez para la gran mayoría, previa presentación antes de las 05.30 AM en el lobby del hotel y haber oblado 340 dólares por persona.

Este artículo tiene un doble cometido, compartir el audio de la entrevista que nos hizo el colega Nicolás Núñez desde la mañana de Radio Viva en Punta del Este y contarles lo del título. En la estampida humana que hay de salida desde Tel Aviv, nos hicieron alguna zancadilla en el camino y nos cancelaron el vuelo de esta medianoche hacia Amán.

Luego de más de tres semanas de salir de casa, hay costumbres que en el inconsciente comienzan a aparecer y a demandar, y el sábado, camino al aeropuerto de Estambul para tomar el vuelo hacia Tel Aviv, hicimos el comentario: "en Tel Aviv hay muchos rioplatenses y hay parrilladas, mañana domingo vamos a buscar una". La tirita de asado premium bien cocida como nos gusta, la veíamos en Cinemascope (alguien que le explique a los millennials y a los Z *). Nos imaginábamos también el deleite paisajístico y la inmersión histórica y cultural de esta semana. Pero la realidad es como el amor de "Tango feroz", es más fuerte. Ni tirita ni inmersión, ni siquiera una remojadita de historia o de cultura y aunque no haya Covid, en esta ciudad de Tel Aviv a los turistas nos toca aislarnos en los hoteles. Está casi todo cerrado fuera, también dentro del hotel, salvo para el desayuno. En los alrededores algún minimarket abierto y para comer, el delivery es la única opción para no morir de inanición.

Estamos en contacto permanente con la gente de Aeromundo en Montevideo y a través de ellos, con Europamundo sus representados. El mensaje de anoche a última hora fue para confirmarnos que ha quedado cancelado el segmento correspondiente a Israel del tour de 20 días por Medio Oriente. De manera que el recorrido por la costa del Mediterráneo hasta Yaffo y luego Haifa, la navegación por el Mar de Galilea; la estadía en Nazaret (donde cumpliríamos años), bordear el Oasis de Jericó por el valle del Jordán para llegar a Jerusalén, luego Belén, entre un sinnúmero de otras atracciones paisajísticas, culturales pero sobremanera históricas, lamentablemente quedará para otra ocasión.

Hace muchos, muchos años, casi en el comienzo de nuestra carrera como agentes de viajes asistimos a una presentación de Israel como destino turístico en Punta del Este, si mal no recordamos en el Edificio Vanguardia. A esa temprana edad ver un desayuno buffet en el que se incluía pescado, salsas, ensaladas, verduras, entre otras comidas “impropias” según nuestro atrevido juicio adolescente, fue algo que nos dejó marcados. Pero conjuntamente a ello, ver el mapa del país e imágenes de Haifa, Eilat, Yaffa, Jerusalén, fue de tal impacto que desde entonces, este destino estuvo en nuestra agenda.

Salimos de la capital turca, Ankara, muy temprano en la mañana para Capadocia, uno de los puntos altos del circuito y seguramente, el que despierta màs expectativas al visitante. Una región histórica de Anatolia Central, que abarca partes de las provincias de Kayseri, Aksaray, Niğde y Nevşehir. Capadocia se caracteriza por tener una formación geológica única en el mundo y por su patrimonio histórico y cultural. En 1985 fue incluida por la Unesco en la lista del Patrimonio de la Humanidad, con una zona protegida de 9576 hectáreas. En ruta nos detuvimos para apreciar el segundo lago en tamaño de Turquía, el Salado. Al aproximarmos a Avanos, uno de los pueblos de la región en el que nos alojaríamos, hicimos la primera parada para apreciar el paisaje de los valles de las Palomas y tambièn el de los Cazadores. Posteriormente arribamos a un restaurante construido en una cueva, donde el almuerzo incluyó un peculiar show de preparación de un plato muy especial con carne  de ternera cocinada en un cuenco de cerámica a la llama. Al arribar al hotel nos aguardaba la unidad cuatro por cuatro que nos llevó al encuentro de una experiencia formidable, transitando un terreno complicado pero espectacular que finalizó en lo alto del valle de Goreme con brindis incluido.


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