por Sergio Antonio Herrera, desde Punta del Este
@DelPDA - direccion@portaldeamerica.com
Los primeros pasos para la realización del primer festival de globos aerostáticos de Uruguay, anunciado como "una fiesta en el cielo y en la tierra" (según el diario El País del 26 de octubre pasado) en estos días de diciembre, la empresa organizadora los inició en el mes de agosto de este año, o sea, hace cuatro meses. Fue intimada en varias oportunidades para la presentación de la documentación requerida la cual nunca apareció completa. Desde la autoridad aeronáutica se convocó a la empresa el día anterior al comienzo (jueves), y la situación no había cambiado, ya que como desde el inicio, solamente ocho de los globos (argentinos) habían presentado la documentación correcta, pero 18 globos brasileños, tenían apenas "Certificación de aeronavegabilidad experimental", es decir la autoridad de ese país no les autorizaba a volar con pasajeros. En ese momento, la Dirección Nacional de Aviación Civil, autorizó a volar con pasajeros a los globos argentinos y algunos chilenos que llegaron a último momento, y SIN PASAJEROS a los brasileños.
Este viernes 15, de un momento para otro, como se dice vulgarmente, "se desmadró todo".
El público comenzó a impacientarse por no tener la posibilidad de volar y progresivamente la gente comenzó a tirarse debajo de los globos, encima de los canastos, impidiendo que reinase la seguridad requerida para la salida de los globos.
La empresa anunció por altoparlante que según disposiciones de la autoridad aeronáutica uruguaya, no podían cumplir los itinerarios. En ese momento todo se salió de cauce.
El equipo de inspección de aviación civil comenzó a ser agredido de palabra, hubo forcejeos y hasta hay quienes afirman que los funcionarios corrieron el riesgo literalmente de ser linchados. Había escasa guardia policial y según pudo saber el PDA, el ambiente estaba tan "caldeado" que los músicos que estaban anunciados se negaron a actuar.
Evidentemente, ante esa grave situación, se suspendieron los vuelos definitivamente.
Al turismo uruguayo le pincharon el globo
En lo personal, como ha sido compartido en este mismo sitio, venimos de un extenso viaje por Europa, Asia y África y estuvimos ante dos oportunidades de cumplir la fascinante experiencia de volar en globo, una en Capadocia, Turquía y la otra en Luxor, Egipto. Optamos por la primera opción y por ende, descartamos la segunda.
Volar en globo no es "moco de pavo", en octubre de 2022 por una racha sorpresiva de vientos en el mismo lugar donde nosotros volamos (Capadocia) se precipitó a tierra un globo y murieron dos turistas españoles y otros cinco resultaron heridos. Debimos presentarnos pasadas las cinco de la mañana para comenzar el viaje sin tener la certeza, hasta último momento si volaríamos o no, ya que se depende en todo momento de las condicionantes meteorológicas, fundamentalmente del viento.
Nos enteramos del festival en Durazno cuando aún estábamos viajando y la noticia, además de impactarnos, nos entusiasmó. Se trata de una actividad que atrae mucho turismo, genera mucho empleo y divisas. En Turquía cuesta 340 dólares por persona y por experiencia propia podemos afirmar que si bien este servicio era opcional, y no estaba incluido en el itinerario original de la excursión, no viajaron solamente aquellos que tenían aprensión a la modalidad, el resto lo hizo y lo disfrutó, en algunos casos la emoción llegó hasta las lágrimas.
Entonces
¿Por qué no se publicitó la situación antes del evento?
¿Por qué no se advirtió públicamente como correspondía, que estarían disponibles pocos globos?
¿Por qué no se reforzó la guardia policial?
¿Por qué una vez más la autoridad aeronáutica uruguaya vuelve a aparecer como "la máquina de impedir"?
¿Por qué no se acompasan los tiempos modernos y se comunica con excelencia?
¿Por qué en la aviación civil (incluida la comercial) reina el misterio?
Lo del título para este remate de opinión, al turismo uruguayo le pincharon el globo. Y agregamos: una vez más y van...
Comentarios
Yo por mi parte voy a iniciar acciones legales por la estafa emocional y económica que realizó esta empresa.