por María Cecilia Hernández

Ricardo Roza ha pasado su vida en el aire más que en la tierra. Volar es su pasado y su futuro, pues su presente, por ahora, pisa suelo firme. Es el presidente de la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo (AAAVyT), una entidad de orden nacional que agrupa y representa a las más importantes empresas del sector en ese país sudamericano y ocupa también el cargo de vicepresidente de la Cámara Argentina de Turismo.

Gerencia de Viajes tuvo el placer de conversar con este hombre, dejando un poco de lado las disertaciones a cerca del sector turístico, aunque no del todo, y profundizando sobre su vida, sus pasiones, sus planes, y en todas aquellas razones que hacen que, para esta edición, sea nuestro Profesional del mes.

Roza nació en la provincia de Mar del Plata en Buenos Aires, Argentina, el 2 de diciembre de 1956. Desde ese momento hasta ahora pocas veces habría de quedarse largo tiempo en un solo lugar, aunque en esa ciudad siempre estaría su sede: hizo sus estudios secundarios y universitarios allí.

“Soy agente de viajes, esa es mi verdadera profesión, es lo que me gusta y lo que soy. Con cada nueva capacitación que realizo busco enriquecer más mi carrera. Me capacité en Marketing y comercialización y desde allí comencé mi camino en la industria del turismo”, narra el profesional.

A finales de la década del 70, Ricardo Roza ingresó a la empresa Gimeza Turismo, “el inicio de mi carrera laboral fue de la mano de Delia Vázquez, una de las fundadoras de la Asociación de Empresarias de Turismo de la República Argentina”, indica Roza. Su experiencia resultó tan satisfactoria que no quiso abandonar nunca el sector.

Más tarde, en 1981, buscó asociarse con Roberto Iserte para fundar su propia agencia de viajes, un proyecto que paso a paso se fue consolidando con buenos resultados y con el que una década después y, a través de una propuesta de expansión por el país, adquirieron la empresa Turismo SAT en Mar del Plata.

En pro del turismo

Luego de una larga experiencia en este mercado, Ricardo pudo establecer las debilidades del sector en su país. Como profesional se formó un profundo sentido analítico y crítico sobre la situación de los agentes de viaje y los obstáculos que debían enfrentar en el desarrollo de su labor.

No tardó en vincularse con instituciones que trabajan por el beneficio y la regulación de la industria turística. “El turismo es uno de los sectores económicos más dinámicos de nuestro país. Representa aproximadamente el 9% de la actividad económica y el 7,5% del empleo total de la Argentina. Enero de 2010, por ejemplo, trajo consigo el mayor movimiento turístico del que se haya tenido registro en la última década, con 9,5 millones de viajeros”, explica Roza.

El dirigente agrega que este mercado tiene que enfrentarse diariamente a diversas amenazas que lo hacen vulnerable, de ahí parte la necesidad de tener instituciones que lo agrupen y lo protejan.

“Los cambios económicos repentinos, las crisis generadas por pandemias como la Gripe A, o los desastres naturales, son las principales amenazas a nuestra actividad. Una de las debilidades es la carencia de planes de contingencia capaces de sobrellevar estas dificultades y, al mismo tiempo, proveer a quienes pertenecemos al sector las herramientas económico-financieras que aseguren tanto la continuidad empresarial, como los recursos humanos tan difíciles de capacitar en nuestra industria”, argumenta el presidente de la AAAVyT.

La inquietud sobre estos temas llevaron a Ricardo Roza por el camino gremial e institucional. “Formé parte del primer directorio de EMTUR y participé en la creación del Mar del Plata Convention and Visitors Bureau. Posteriormente llegué a la AAAVyT durante la presidencia de Hugo Copertari y paralelamente hice parte de la Cámara Argentina de Turismo (CAT). En la actualidad estoy en esas dos últimas instituciones como presidente y vicepresidente, respectivamente”.

La AAAVyT cuenta actualmente con más de 1.500 socios, de los que hacen parte asociaciones regionales, operadores turísticos y agencias de viajes. Su principal misión es garantizar un severo control de las agencias y operadores miembros, así como ofrecer una constante capacitación a sus integrantes, con la finalidad de lograr la más alta calidad y excelencia en los servicios al usuario, en bien de la imagen y excelencia del turismo en Argentina.

Esta y otras metas están fijadas en la mente de Roza. “Yo quiero constituir una institución hispanoamericana para proteger los intereses de los agentes de viajes hispanoparlantes. Este proyecto se empezó a gestar hace poco tiempo, junto con el presidente de la Federación Española de Agencias de Viaje, Rafael Nadal”.
Ricardo Roza recuerda que cuando era niño sus padres debían viajar de un lado para otro, lo que despertó en él una sensibilidad especial por el turismo. Tal vez por eso es raro verlo en un solo lugar por mucho tiempo, este trabajo es su pasión, su pasatiempos, su vida.

“Dado mi compromiso por las actividades que desarrollo, he tenido que dejar de lado mis pasatiempos. Mi principal temor es el efecto que mis largas ausencias tienen en mi vida familiar, especialmente en la relación con mi hijo”, reflexiona Roza, quien además agrega que últimamente se ha interesado en el golf y que espera en algún momento regresar al pilotaje de avión. “De no desempeñarme en lo que hago ahora, me hubiera gustado ser piloto de una línea aérea, he volado mucho tiempo planeadores pero de manera privada y es una actividad a la que pienso regresar”.

Este hombre confiesa que vive al límite, ama el mar y los mariscos y se siente orgulloso de haber fundado una empresa de viajes y turismo reconocida en la Ciudad de Mar del Plata y de llegar hasta donde está en la actualidad. “Uno de mis mayores logros fue convertir las herramientas tecnológicas en una oportunidad de negocio, pues en principio representaban una amenaza para nuestra profesión”, asegura.

Ricardo Roza cree firmemente en la educación como mecanismo de éxito, durante el 2009 la AAAVyT capacitó más de mil agentes de viajes en temas turísticos, con el objetivo de lograr la máxima calidad, pues para él un buen servicio no es el que el agente pretende sino el que el cliente espera.

“En cinco años me veo como un dirigente capaz y comprometido con transmitir a las nuevas generaciones todas las experiencias vividas en la gestión gremial empresarial y de esta manera evitarles tropezar dos veces con la misma piedra”, proyecta Roza. Está seguro de que con su creatividad y su capacidad de innovación, cualidades que considera su mayor ventaja competitiva, logrará sus metas, “pero como decimos nosotros en Argentina, para ganar el partido hay que 'transpirar la camiseta'”, concluye.

fuente: gerenciadeviajes.com