Los cuidadores de Kasubi deben aprender de la tragedia de la destrucción de las tumbas
Martes, 23 Marzo 2010 00:36

La destrucción del Patrimonio de la Humanidad, las Tumbas Kasubi, dejó a muchos compartiendo el dolor de la pérdida del patrimonio de Baganda, Bakiga, Teso, y Acholi. En la industria del turismo ocurre una historia similar.

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Los encargados la comercialización en ferias de turismo internacional y mediante viajes de prensa y promociones, así como los operadores turísticos que habían empaquetado Kasubi en el circuito de la visita de la ciudad de Kampala, ahora están luchando con la forma de incluir la visita a la ciudad sin las Tumbas de Kasubi.
 
No es la primera vez que la destrucción sin sentido azota a la humanidad. La Segunda Guerra Mundial fue la última de las guerras que han dejado a muchas ciudades en Europa reducida a escombros. Castillos de la arquitectura barroca y gótica desde entonces se han restaurado desde  Londres, Nápoles y Berlín hasta Viena, y ahora están atrayendo excursiones en autobús de gente de todo el mundo. Europa aprendió la lección y se levantó de entre los escombros.
 
Del mismo modo, los reyes de Baganda trabajaron duro para establecer este legado. Por lo tanto, sigue siendo responsabilidad de los cuidadores aprender de esta tragedia,  no regocijarse o politizar la tragedia. Todas las ganancias de las entradas y venta de recuerdos eran simplemente retenidos por unos pocos cuidadores sin tener en cuenta el mantenimiento de los otros sitios del Patrimonio de Buganda - Wamala Tombs, Bagalayaze, Budo Katereke y las Cataratas Sezibwa siguen en ruinas.
 
Las rutas patrimoniales y la Asociación de Turismo Comunitario de Uganda que fueron instrumentales en el desarrollo de la Ruta Kabakas, que permite visitar la historia olvidada de Buganda, la danza y la cultura, han hecho un esfuerzo por restaurar estos sitios sólo para ser burlados por la Nalinya (hermana de la reina) de Kasubi.
 
El sitio Patrimonio Mundial de las tumbas de Kasubi debe ser reconstruido a su antigua gloria, con los expertos de la UNESCO restaurando o remodelando réplicas de lo que fue destruido, de lo contrario, la noche del 16 cuando el sitio fue destruido sólo será un capítulo olvidado en la historia de Buganda.
 
Esta vez, normas estrictas en materia de seguridad deben aplicarse y  asistencia técnica debe ser acogida. Sistemas de riego, materiales para evitar incendios, vigilancia y sistemas de alarma son necesarios.
 
Mientras tanto, los operadores deberían mantener a Kasubi en los circuitos, en esta ocasión con las contribuciones destinándose a la restauración y mantenimiento de la Nalinya y la casa real.



fuente: Tony Ofungi/ eTurboNews 
traducción: www.portaldeamerica.com

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