por Carlos Velázquez

El viernes pasado, y tras un desembolso de 280 millones de dólares, Expedia acabó convirtiéndose en el nuevo propietario de la “Pepsi”… Es decir de la firma del gnomo.

Después de esta transacción, dos grandes monstruos se consolidan en la comercialización de los viajes por internet: Expedia y Priceline, dueña de Booking y que el año pasado adquirió compañías como Open Table y Buuteeq.

El primer impacto para los mercados latinoamericanos por la compra de Travelocity es la desaparición de sus oficinas y este mismo viernes dicho proceso se concretó en México.

Sobre el negocio de las agencias de viajes por internet (OTA, por sus siglas en inglés), se percibe un fenómeno de consolidación en el que están quedando unos cuantos y poderosos jugadores.

En este mismo sentido Orbitz, otras de las OTA, anunció también hace unos días que había contratado a un banco de inversión para organizar su venta que seguramente se concretará en este 2015.

Interrogado sobre el tema Rodrigo Cobo, fundador de Talaria, empresa de mercadotecnia turística, y exdirector de Travelocity en México, consideró que esta operación difícilmente traerá ventajas a los consumidores.

En cambio destacó que Travelocity, aunque ya fue operada el último año por Expedia, aparecía en las encuestas como número uno por su servicio, contra la cuarta posición en donde estaba su ahora propietaria.

Un tema estrictamente de percepción pues, vaya, hasta el personal telefónico era el mismo.

La otra diferencia es la forma en que hacen mercadotecnia, con Expedia más orientada a las opciones on line o por internet y Travelocity, más hacia las opciones off line o tradicionales, como es el caso de su presencia en televisión.

Dicho de otra manera, aunque no habrá grandes diferencias de precios y servicios, muchos viajeros creerán que seguirán eligiendo entre dos compañías diferentes, cuando en realidad será la misma.

Portal de América - Fuente: www.dineroenimagen.com