LIC. ALEJANDRO SPERA REGUITTI
4 de abril 1975 - 25 de abril de 2018
Para nosotros Pipo.
El de impecable presencia siempre, el de la mirada a los ojos, la voz serena y la sonrisa constante.
El que siempre estaba dispuesto a escuchar y a ayudar.
El fanático de la música, de Apple y de los aviones.
El huérfano, más huérfano de Pluna.
Apenas han transcurrido tres meses del ingrato día en que partió y mientras muchos lo seguimos echando de menos y lagrimeamos con su recuerdo, cada minuto, cada hora, cada día que pasa, vamos entendiendo mejor cual era su misión en la vida.
Vino al mundo a dar.
Pero como todo, hasta en el caso de los seres diferentes como Pipo, la propuesta permanente, la mano desinteresada, la contención para quien la necesitase y la transferencia de conocimiento, por citar sólo algunas de las innumerables virtudes que le adornaban, requiere invariablemente, para desarrollarse, para perdurar, la correspondiente contrapartida y eso, de ninguna manera le llegó en niveles suficientes.
Sus últimos seis años fueron de intensa búsqueda y propuesta.
Siendo el típico uruguayo de exportación, de esos uruguayos que desde siempre ocupan cargos estratégicos en empresas u organismos de mayor prestigio en el Primer Mundo, Pipo jamás pensó en emigrar, apostó por su país y por su mayor pasión: la aviación comercial.
Nos conocíamos superficialmente desde antes pero, coincidimos en una aventura histórica, el viaje a Canadá para "traer" el primer CRJ900 de Bombardier para Pluna desde la fábrica en Mirabel, en la periferia de Montreal hasta Montevideo en un lejano día de marzo de 2008.
Cierro los ojos y lo veo, al fondo de la cabina, en el pasillo con cada mano en un posabrazo, sonriente, luego de una maniobra obligada del piloto en pleno ascenso durante el decolaje del jet regional canadiense, por un alerta de tráfico.Estábamos saliendo de Manaos en el viaje directo a Carrasco.
En el equipo del PDA, cerramos los ojos y lo vemos, en cada reunión de producción, en cada evento o en cada mañana de domingo en el estudio principal de radio El Espectador, dando cátedra sobre aviación.
En nuestro sitio hay casi un centenar de columnas suyas publicadas y en todas, hay enseñanza y aprendizaje.
En el espacio de nuestra consultora están publicados los estudios que juntos produjimos, los cuales han tenido las mejores críticas de los protagonistas del sector.
Con una redacción inigualable y plena de docencia en los textos; o con su expresión superprofesional en la palabra, explicó las más diversas cuestiones: desde la razón del cierre de Pluna, pasando por temas de seguridad; capacitación aeronáutica; las tendencias del sector; la interrelación entre las nuevas tecnologías y las aerolíneas; analizó las noticias con rigor profesional; dio magníficas lecciones acerca de temas intrincados como certificación de aerolíneas o de aeropuertos; la interpretación de las libertades del aire o de los modelos de empresas, clarificando que es una aerolínea legacy, una low cost o la pasión de mi autoría, aceptada por él y compartida en todos los foros, la AEROLÍNEA NACIONAL DE REFERENCIA.
Predicó con absoluta convicción acerca de lo peligroso que es editorializar buscando primicias en relación a accidentes aéreos y con énfasis aconsejó esperar siempre el resultado oficial de las investigaciones. En el accidente de GermanWings explicó en detalle la razón por la cual el comandante no pudo reingresar a la cabina de mando al toparse con la famosa puerta blindada instalada en los aviones luego del atentado a las Torres Gemelas de 2001.
Al igual que nosotros, pagó su precio por pertenecer al PDA.
Pero en su caso, fue más cruel y torpe la injusticia.
Por ejemplo, en un llamado en un organismo estatal para cubrir 6 cargos, fue el de mejores calificaciones entre 120 postulantes y lo ranquearon en séptimo lugar.
Cuando destruido por el revés investigó la causa, alguien de su conocimiento, desde adentro del citado lugar le dijo: "Porque trabajas en el Portal de América".
Además de sus años en Pluna, donde realmente fue muy feliz, en el PDA fue donde pudo demostrar todo el talento que lastimosamente, la aviación comercial uruguaya ignoró.
Descansa en paz querido amigo, diste todo, fuiste un grande.
Antonio y todo el PDA
Portal de América