La primera etapa de la restauración abarcará la obra física, que consistirá en la consolidación, recuperación y puesta en valor de esta plaza para corridas de toros inaugurada en 1910. En una segunda instancia, se incorporarán los servicios necesarios para los usos planteados como resultado del plan de negocios, que incluyen un centro de atracción turística para visitas libres o guiadas, otro comercial y uno gastronómico, así como la realización de fiestas y actos empresariales.
La obra demandará una inversión de unos cinco millones de dólares y será cofinanciada por la OPP a través del Programa de Desarrollo y Gestión Subnacional II (PDGS II), que aportará unos 3,4 millones de dólares, y el Fondo de Desarrollo del Interior (FDI), con otros 650.000 dólares. Por su parte, el gobierno departamental contribuirá al proyecto con unos 950.000 dólares.
Como resultado, la plaza se convertirá en un centro cultural y deportivo con capacidad para 2.000 personas sentadas. De esa manera, se recuperará un espacio declarado monumento histórico nacional dentro del circuito patrimonial de la ciudad y se ampliará significativamente su oferta turística. Los beneficiarios directos de la obra serán los 26.000 habitantes de Colonia del Sacramento y 1,3 millones de turistas que la visitan cada año.
“Es un proyecto señero para Colonia, que implica no solo recuperar un valor histórico, sino la oportunidad de mejorar las condiciones de empleo y explotación de una estructura bien importante en el departamento”, dijo Apezteguía, en diálogo con la Secretaría de Comunicación Institucional.
Por su parte, el intendente Moreira recordó que se trata de un largo anhelo de la sociedad coloniense y uruguaya toda, por tratarse de una estructura única en su tipo, tanto en Uruguay como en América del Sur.
La Plaza está ubicada a cuatro kilómetros del centro de Colonia del Sacramento. La misma funcionó sólo entre 1910 y 1912, debido a que se prohibieron las corridas de toros en Uruguay. Por el deterioro que presenta, el ingreso a este patrimonio histórico está prohibido hace más de tres décadas por razones de seguridad para el visitante.
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