La Pedrera: Policía e Intendencia prometieron e incumplieron
Lunes, 08 Enero 2018 20:04

La Pedrera: Policía e Intendencia prometieron e incumplieron

El 17 de diciembre pasado dábamos cuenta de una reunión realizada en el Club La Pedrera entre vecinos y autoridades departamentales y policiales. Para dicha reunión los residentes habían prepararado una serie de puntos para proponer a las autoridades.  Y en la misma, tanto el Intendente como el Jefe de Policía hicieron una serie de promesas que hizo pensar a los presentes que este año iba a ser distinto.

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Lamentablemente hoy, una de las últimas frases de aquella nota de La Paloma Hoy, "Que no vuelvan a volarse las palabras", se transformaron en una cruda realidad. Esta es la nota publicada hoy en ese portal, no se sabe si la situación está igual...o peor.

 

“Esto es una locura y nadie da respuestas”


Lo dijo una vecina de La Pedrera que se animó a denunciar públicamente una situación de violencia, y que se encuentra alarmada, como muchos, porque las autoridades no responden. Además, puestos ambulantes en zonas no autorizadas, algunos que venden alcohol, autos con la música al máximo estacionados sobre veredas que hacen imposible el diálogo entre comerciantes y clientes dentro de sus locales, puesteros que denuncian privilegios de inspectores para algunos ambulantes… Todo esto ocurre mientras Uruguay recibe una oleada récord de turistas argentinos impulsados porque la inflación del vecino país igualó precios con los nuestros. Rocha parece no haberse preparado para mejorar los servicios, los controles y la infraestructura.

 

Son las 22 horas del domingo 7 de enero. La Pedrera respira al ritmo cansino de los que fueron quedando después del éxodo masivo de los jóvenes que se dio en las horas previas.

 

Sin embargo, hay mucha gente que va y viene, sube y baja una y otra vez por la principal arteria del pueblo por donde pasa todo, lo bueno y lo malo. Las mesas de los restaurantes se acomodan casi en medio de la calle y conviven con los paseantes que disfrutan la noche calurosa, luego de un día de playa exquisito. La vuelta a casa después de cenar en uno de los restaurantes muestra otra cara.

 

Los dueños de la calle

 

En pocos minutos, cerca de la medianoche, un Peugeot 206 color negro sin matrícula, se acomoda en una de las esquinas frente al tanque de OSE y comienza a bajar ollas, mesas, garrafas, cervezas y demás implementos. “Ese muchacho no tiene permiso y vende alcohol” cuenta uno de los vendedores ambulantes que dice haberse cansado de respetar las normas pautadas con la Alcaldía y que casi nadie cumple: “Trabajo en La Pedrera hace 8 años y somos siempre los mismos.

 

Nosotros fuimos a las reuniones que las autoridades convocaron, y se arregló que estuviéramos del tanque hacia la ruta – dice, mientras señala el incumplimiento del que todos son testigos-  Sin embargo, no hay a quién reclamar: hace dos noches que los inspectores no aparecen en el balneario y todos los saben y cuando aparecen, miran para otro lado.”

 

Un puesto de panchos se instala desde el 2 de enero en la calle principal donde nadie tiene permiso para vender comida, y al ser consultado por la propietaria del frente del comercio donde se coloca, le respondió que de ahí a él no lo saca nadie, porque tiene autorización de los inspectores…

 

Pero nadie aparece. Nadie interviene.

 

Unos metros pasando la escuela, un puesto ofrece con un gran pizarrón “pizzas y fernet” mientras algunos autos con los parlantes al máximo, estacionados sobre las veredas, dan rienda suelta a la música que ingresa en los locales de comida, tiendas y negocios haciendo casi imposible el diálogo entre comerciantes y clientes.

 

Pero nadie aparece. Nadie interviene.

 

Un gazebo y un sombrillón cubren un gran puesto callejero que vende alcohol, hamburguesas y chorizos  -esto último por cuestiones higiene está prohibido vender de forma ambulante- en plena calle. Iluminan el punto con una luz conectada a la batería de un volskwagen gol con matrícula de Maldonado.

 

Nadie aparece. Nadie interviene…

 

Violencia y amenazas

 

Claudia vive desde que nació en la misma casa junto a su madre, reconocida residente del pueblo y junto a sus dos hijos adolescentes. El domingo a la noche sufrió una situación que la llevó a recurrir a los medios para denunciar lo que parece que nadie quiere solucionar: los desmanes en La Pedrera después de la una de la mañana.

 

“La situación acá sigue igual a ayer (sábado). Esto es imposible. Es una locura. Incluso, está empeorando. Vino un grupo de locos a hacer sus necesidades a la puerta de mi casa y los corrí, entonces me insultaron y me mostraron sus genitales mientras nos insultaban a mí y a mi madre, que es una persona mayor…” Claudia contó que decidió salir con un palo y se subieron a una camioneta gritando ordinarieces. “Los muchachos se drogan detrás de un árbol que tenemos acá” – agregó. A medida que avanzaba en su relato, a Claudia se le quebraba la voz: “¿Adónde tengo que recurrir?, ¡Díganme! – se pregunta indignada como muchos otros vecinos y visitantes -Llamo a ruidos molestos y no atienden nunca, tengo tres teléfonos y no dan bolilla en ninguno. Fui a la comisaría de La Pedrera y hay un solo oficial que me dijo que no tenía móvil y no podía salir de la comisaría. Después de tres veces vino un patrullero, pero es imposible esto, tienes que ir hasta cinco veces a la comisaría para tener una respuesta y ayer sábado ni siquiera vinieron... La gente tiene que ver lo que está pasando realmente en La Pedrera… esto no es turismo: es vandalismo” – señaló Claudia y agregó: “Los policías no paran a nadie, están todos descontrolados y nadie hace nada. Mira que fui joven, salí de joda, pero tenía mis límites, no pasaba los límites ajenos” – dice, sobre la pasividad de las autoridades y en muchos casos, la ignorancia o la relativización de este estado de cosas.

“Mi madre tiene infartos cerebrales, le puede pasar algo pero nadie da respuestas. Ayer estaba con la presión a 18… es increíble verlos drogarse a las 10 de la mañana en plena calle, y no es uno, son muchos…” – concluyó Claudia, y ante esto queda poco para agregar.

 

Bendita inflación argentina

 

La eliminación de trabas para que los argentinos gasten en el exterior y el proceso inflacionario argentino – que equiparó precios de ese país con los nuestros y los de la región- hizo que los visitantes del país vecinos colmaran como pocas veces tanto Chile como Brasil y Uruguay. Toda la costa de nuestro país se ve desbordada de visitantes debido a estas razones que son ajenas a nuestra realidad…, pero en Rocha esto dejó al desnudo, más que nunca, la improvisación, la falta de controles, la carencia de servicios y el intento por exhibir el número de visitantes récord como un logro local…

 

El departamento de los anuncios

 

Acaba de finalizar la primera semana de enero y vuelven a emerger problemas que parecen crónicos o que en algunos casos se profundizaron: largas y lentas filas de turistas bajo el sol frente a los cajeros bancarios, falta de agua potable en diversas zonas de La Paloma, ocupación indiscriminada de la vía pública por parte de vendedores ambulantes, incesantes reclamos por ruidos molestos…

 

Esta es la realidad y no otra.

 

Es vital cuidar los destinos vacacionales con mejores servicios. Sumarle a las insuperables ventajas geográficas y naturales que posee Rocha mejoras reales en calidad e infraestructura. Se acabaron los viejos veranos de sol y playa. La realidad reclama sumar distintos elementos que hacen y completan la propuesta y evitar así que se degraden los destinos turísticos.

 

¿Rocha no se preparó o se prepara mal para este fenómeno? Algunas consecuencias están a la vista. Desde el gobierno departamental se realizan anuncios que luego no se concretan. Se publican dispositivos que no se llevan a cabo… Se difunden números telefónicos donde alguien escucha los reclamos como un psicólogo a distancia pero no los resuelven; y muchas veces ni siquiera los escuchan... Todo queda en el mundo del enunciado.

 

El problema no son los jóvenes, sino los adultos

 

Hay incluso algunos que hablan de fiesta vs. amargura, de alegría vs. quejas, intentando dividir entre los que quieren divertirse y los que están contra la diversión...

 

Pero esto es falso e insulta la inteligencia de la gente. El problema es la ausencia de controles, la falta de servicios y la temible carencia de voluntad para aplicar las normas de convivencia que permitan a todos divertirse o descansar. El problema no son los jóvenes, claro, el problema son los adultos que ocupan lugares de responsabilidad y  deben hacer cumplir las normas.

 

Pero esta es una realidad ya conocida por todos. Los funcionarios pasean por los medios y se auto-felicitan por el éxito de una temporada que es masiva, en realidad, gracias a lo que viene ocurriendo desde hace dos años en Argentina.

 

Se felicitan unos a otros, pero parecen incapaces de prepararse para recibir este nivel de demanda largamente advertido. Tuvieron todo un año… ¿No podrían haber aprovechado las experiencias acumuladas de años anteriores? ¿Cuál es el Plan Estratégico concreto que tiene Rocha para crecer de manera sustentable como destino turístico? ¿Repetir errores, engañar y engañarse?

 

No. Esto no se disimula con nada.

 

Portal de América

Comentarios  

Estuve vinculado al turismo de Rocha, en particular a La Paloma, durante los años 2001/2011 (diez años).. Por lo tanto ya ha pasado mucha agua bajo el puente a la fecha. No obstante me entristece que Temporada a Temporada siempre deba escuchar lo mismo sobre los servicios que se brindan. No hay duda de que los servicios no han sabido acompañar al crecimiento poblacional durante la Temporada. Permanentemente se reclama mayor cantidad de Cajeros, mejor suministro de agua potable, seguridad, etc. Peor sensación me causa la información que se brinda sobre la ocupación y el éxito de la Temporada, cuando esta recién se inicia. No se merece ese Destino tanta desconsideración.
En casi todos los destinos turísticos del éste (excluyendo en gran parte a Punta del Este), la mayoría quiere hacer la mayor cantidad de dinero invirtiendo lo menos posible. Alquilas una casa y te asaltan, y adentro encontras todo lo que sobra o va quedando viejo en la casa del dueño, colchones sucios y llenos de humedad, cubiertos, platos y vasos uno de cada pelo, heladeras y cocinas milenarias, y así todo. Y no va a cambiar porque siempre va a haber gente para ese mercado. No tiene mucho que ver con el articulo pero anda en la vuelta.

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