Durante este período se encontró con que el proceso de certificación demanda un tiempo importante que a la fecha va promediando los 16 meses, el mismo que le insumió a Alas Uruguay. Ahora se encuentra en la fase denominada de demostración, muy próximo a culminar este trámite reglamentario, a partir del cual quedará habilitada para operar con bandera uruguaya.
Así se constituye Amaszonas Uruguay, que comenzará su operativa con una aeronave del fabricante canadiense Bombardier, modelo CRJ-200, muy similar a los que operó PLUNA durante su última etapa consolidada como compañía aérea regional.
La planificación estratégica de Amaszonas intenta imitar el modelo de negocios que impulsó PLUNA, mediante la conformación de 4 hubs (centros de conexión) orientados a atender destinos primarios y secundarios, no más allá de las dos horas de vuelo. Así pues, su red de bases se constituyen en Santa Cruz de la Sierra, Asunción del Paraguay, Montevideo y Santiago de Chile.
Amaszonas Uruguay podrá ser un actor importante hacia la revitalización de Montevideo como centro de conexiones, colaborando de manera sustancial hacia el desarrollo del sector aeronáutico local, cadena de suministros y mano de obra calificada. Sus actuales acuerdos comerciales con Air Europa, Copa Airlines, Aerolíneas Argentinas y GOL le permite alimentar otros destinos y mover pasajeros en conexión entre estos hubs.
Haciendo un poco de historia, el modelo aplicado por el grupo LeadGate —último socio de PLUNA— alcanzó a posicionar al Aeropuerto Internacional de Carrasco como “Hub del Sur”, un centro de conexiones para pasajeros provenientes de destinos en Argentina, Chile o Paraguay hacia y desde Brasil, fundamentalmente, atendiendo una masa crítica de conexiones que alcanzó las 400.000 personas al año, o dicho de otra forma, más de 1.000 pasajeros diarios.
Amaszonas Uruguay podrá atender esta demanda, especialmente orientando sus servicios a segmentos corporativos, que son aquellos que destinan un rubro mayor a la hora de viajar.
Este nuevo actor en el mercado local representa una contingencia muy importante para Alas Uruguay, cuyos números magros no logran llevarla a su punto de equilibrio. A pesar de haber anunciado acuerdos comerciales con Aerolíneas Argentinas, BoA, Azul y hasta la propia Amaszonas, la realidad es que nada de esto ha prosperado. Sólo ha logrado un convenio con el sector hotelero de Punta del Este para ofrecer paquetes con estadía en temporada baja, durante los próximos meses hasta setiembre.
Por otra parte, su operativa de charter apenas contribuye con su economía aportando flujo de caja por preventa, pero no resulta en rentabilidad genuina. Asimismo, no pudo aprovechar las oportunidades de establecer vuelos especiales para los Juegos Olímpicos Rio 2016 debido a la crisis de confianza instalada ante la falta de continuidad en la publicación de sus vuelos en los sistemas de venta y la no recomendación por parte de algunos agentes de viaje de plaza. Así entonces, Alas Uruguay queda aislada del entorno aeronáutico, estrechando aún más sus posibilidades de supervivencia.
Ya están anunciados para octubre los primeros vuelos de Amaszonas Uruguay. Será motivo de nuestro análisis demostrar cómo impacta su ingreso al mercado del Río de la Plata y la estrategia de gestión comercial que debería llevar adelante su competidora con la misma bandera: Alas Uruguay.
Portal de América
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