Chile: la nueva casa de Gabriela Mistral en Vicuña
Lunes, 05 Abril 2010 00:58

Son más de siete años de trabajo, y más de $400 millones invertidos. Allí está su biblioteca personal, íntegra. También los escasos objetos que poseyó, las fotos donde sonríe, la tabla que usó para escribir "Poema de Chile". La mayor poeta e intelectual chilena por fin tiene un museo a su altura.
Fiexpo 2024 1250x115
Mintur verano 1250x115
Arapey 1250x115
CIFFT 1250x115
TSTT-1250x115
 
por Romina de la Sotta Donoso
"Antes, no teníamos prácticamente ningún objeto relacionado con la intimidad de Gabriela, nada que hablara de su vida cotidiana", reconoce Rodrigo Iribarren, director del Museo Gabriela Mistral de Vicuña, de la red Dibam, que se reinaugurará completamente renovado, el miércoles, para el natalicio de la Nobel.

"Ahora tenemos pequeños objetos que son muy especiales. Por ejemplo, una foto de su madre que tenía en un escritorio, o una libreta donde Doris Dana anotó con horas y minutos exactos, en qué situación estaba Gabriela desde que se enferma", comenta.

Es que a Vicuña ha llegado el Legado de la poeta. "Está la primera edición de 'Canto General', con la dedicatoria de Neruda. Y los grabados de André Racz para 'Poemas de las madres', que cuando fueron publicados la sociedad chilena los consideró muy crudos. Racz le contó a Gabriela el escándalo que se había producido por un grabado de una mujer encinta, pero desnuda, y Gabriela le responde, a la semejanza del Quijote, 'Bueno, es señal de que avanzamos'", agrega.

Es que ya está en Vicuña la donación de libros que hizo Doris Atkinson en 2007 (unos 1.500), los que se suman a la colección bibliográfica que la propia Mistral donó a la biblioteca pública de Vicuña en los 40, y a la partida, recién llegada, de libros que estaban en el Barnard College de Nueva York (casi 900).

Por eso, el museo tuvo que construir una nueva biblioteca, de 188 metros cuadrados. Pero además se desarrolló una nueva museografía que incluye tecnología de punta; con cinco pantallas touch screen donde se puede hojear la obra de la Nobel. La inversión total fue de $415 millones.

Y con este museo, la localidad le hace justicia a la intelectual que siempre tuvo recuerdos aciagos de esos tres años que estuvo en la escuela de Vicuña, como explica Iribarren: "Siempre recordó que su madrina, la directora de la escuela, la trató de inepta, de inútil. Pero cuando ella en Panamá recordaba cuando le dijeron que era taimada y muda, que no servía para seguir estudiando sino que debía aprender a hacer las cosas de la casa, dijo 'ahí me di cuenta de que debería abrir mi boca y comenzar a hablar'. Es indudable que eso la marcó de por vida. A los 14 años ya está mandando sus contribuciones a la prensa de la provincia y enfrentando a los escritores en un mundo tremendamente machista y masculino".

La exhibición permanente incluirá 250 objetos: fotografías, objetos personales, obras de arte y libros, entre otros. Está el mobiliario de su época de cónsul en Rapallo y Nápoles, también el escritorio que utilizó como directora del Liceo de Niñas Nº 6 de Santiago y la tabla de apoyo que usó para escribir en sus últimos años, donde completó su "Poema de Chile".

"Los objetos de Gabriela son muy sencillos y comunes, no se trata de una coleccionista como Neruda, ella era muy austera y sencilla. Sus verdaderos intereses estaban muy por encima de los objetos; es su palabra, su pensamiento el verdadero corazón y sentido del museo", asegura Alan Trampe, subdirector Nacional de Museos. Agrega que todos los textos que se encuentran al interior del museo, en paneles y vitrinas, corresponden a poesía y prosa de Mistral: "El público se verá enfrentado de manera ineludible a la escritura de la poetisa. La idea es que cada visitante pueda conocer a Gabriela de manera directa, sin intermediaciones".

El director de la Escuela de Diseño de la U. Finis Terrae, Francesco di Girolamo -quien diseñó la nueva museografía-, comenta: "Algo que aparece con mucha violencia es la precariedad material de Gabriela Mistral, pues ella no tenía muchas cosas, versus su grandeza intelectual y espiritual. Entonces mi propuesta recoge una especie de precariedad de instalaciones museográficas, basada principalmente en la suspensión".

El mobiliario, explica, es de vidrio y madera, y todas las piezas están suspendidas, al igual que los paneles. Y hay bastantes transparencias. "De lejos parece que todo estuviera volando. Es que ella no estaba atada a nada más que a su poesía, y no acumuló nada. Para mí, Gabriela era los 'Piececitos azulosos de frío' y descubrí a una mujer adelantada a su época, que se relacionaba con la intelectualidad, la cultura y la ciencia, fascinada con todo, y esto se refleja en la estructura museográfica. Es como si abrieras su velador, porque puedes ver las cosas íntimas que trasladó por todos los lugares donde vivió".

"Hace diez años no habríamos conseguido como país que Estados Unidos nos enviara de vuelta estas colecciones. Pero si antiguamente las grandes metrópolis trataban de acaparar y mostrar el mundo en los centros, hoy se reconoce internacionalmente el derecho de las distintas comunidades a preservar su propio patrimonio. Simultáneamente, en Chile se ha instalado una museología de calidad y con experticia que genera confianza; ya no se teme que ese patrimonio se pierda".


fuente: diario.elmercurio.com

Escribir un comentario

Promovemos la comunicación responsable. No publicamos comentarios de usuarios anónimos ni aquellos que contengan términos soeces o descalificaciones a personas, empresas o servicios.