Si se compara el aporte de la cultura (2,6%) al PIB de la UE con el de otros sectores, su relevancia se acentúa aun más. Así, las actividades inmobiliarias representan el 2.1%, el sector de la industria alimentaria el 1.9%, el rubro textil el 0.5% y el químico el 2.3%.

En el caso de Latinoamérica, Argentina y México son los más avanzados, pues generan desde la cultura alrededor del 8 y 7% respectivamente de su PIB, afirma Luis Alejandro Simón, representante del BID.

"En estos países se ha tomado la cultura como motor del desarrollo económico, donde entra desde la artesanía, los escritores, la industria editorial, cinematográfica, la televisión, los teatros y todas las expresiones culturales", indicó.

El también especialista en Marketing y Comunicaciones de la Fundación Interamericana de Cultura y Desarrollo, detalló que estos gobiernos ya trabajan en la implementación de mecanismos de medición de factores como los impactos y empleos, parámetros que permiten traducir en cifras los beneficios de promover la cultura.

Personalidades relevantes del mundo empresarial, académico e instituciones han discutido desde hace años la importancia que tiene la cultura para el desarrollo de un país.

Luis Alejandro Simón, por ejemplo, la define como "la clave del desarrollo", aunque también aclaró que las naciones latinoamericanas tienden a malentender el concepto, mirando sólo "la parte social".

Un grave error, pensando en que la cultura puede ser un motor económico. "La cultura es la base del desarrollo turístico, por ejemplo, y eso es algo que México ya aprendió. Para atraer a los inversionistas hay que hablar en números", explica Luis Alejandro Simón.

La misma tesis es apoyada por Carlos Slim. El magnate, reconocido hace algunos días como el hombre más rico del planeta por la revista Forbes, se defiende a sí mismo como un nacionalista, amante de la historia y la cultura de su país.

Para él, resulta esencial la manutención de la promulgación de las costumbres y entiende el importante rol que juegan también en la economía. Aunque hay que aceptar que su concepto de cultura está mucho más modernizado, pues no le es incompatible con el desarrollo digital.

Por otro lado, España es uno de los países que más se ha destacado por su labor cultural durante los últimos años, al seguir un línea que combina este elemento con lo económico.

En este sentido, la ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde, asegura que "la cultura es una inversión que tiene un retorno importante para la sociedad. Hace falta mirar a la cultura desde el punto de vista económico, pero no hay que cuantificar sus resultados porque van más allá de lo tangible".

Ésta, añade, puede ser una locomotora que tira de otros productos ya que nos permite conocer otros países, por ejemplo, a través de la literatura", concluye la española.

fuente: altonivel.com