El trayecto dura casi 11 horas y tiene tres frecuencias semanales. Salen lunes, miércoles y viernes desde Toronto a las 19:40 y arriban al Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini a las 07:25 del día posterior. Desde Buenos Aires, parten los días martes, jueves y sábados a las 08:55 y aterrizan en territorio canadiense a las 19:00 del mismo día.
La aeronave cuenta con tres clases, International Business Class (30 asientos), Premium Economy (20 asientos) y Economy (247 asientos). Los precios, con impuestos, arrancan en US$1100. "Esperamos una ocupación superior al 80% en ambas direcciones", dijo a LA NACION Ignacio Ferrer, gerente general de la aerolínea en el país.
Para el ejecutivo, " la apertura de la Argentina hacia el exterior" fue fundamental para garantizar el regreso de los vuelos directos, que se habían cancelado durante el gobierno anterior. En ese sentido, aseguró que "la conectividad, la reconexión, el estilo cambió. Este Gobierno sentó las bases para fomentar el desarrollo de la industria".
La operación argentina de la compañía es reducida: apenas 16 empleados, cifra que se podría incrementar a futuro si se expande en el país, escenario que Ferrer no descarta. "La idea es ver cómo funcionan estos vuelos y, a medida que sigan ingresando aviones, intentar agregar más frecuencias para satisfacer la demanda", afirmó.
Para Ferrer, los gobiernos de la Argentina y Canadá pueden jugar un rol fundamental en la promoción de ambos países como destinos turísticos. "Con el apoyo del Ministerio de Turismo se puede tratar de promover más a la Argentina en Canadá y las autoridades canadienses pueden ayudar despertando en los argentinos más interés por visitar su país", concluyó.
Portal de América - Fuente: La Nación