Según La Nación, la compañía alemana Fraport (administradora de la terminal aérea de Frankfurt además de otras en Estados Unidos, China, Rusia, India, Grecia, Turquía y Perú) adquirió los derechos de gestión del aeropuerto de Fortaleza por US$ 136 millones y de Porto Alegre por US$ 93 millones.
La empresa francesa Vinci Airports (a cargo de 13 terminales en Francia, nueve en Portugal, seis en República Dominicana, tres en Camboya, dos en Japón y el de Santiago de Chile) obtuvo la concesión de la terminal de Salvador, la ciudad más grande del nordeste, por US$ 212 millones.
Y la suiza Zurich Flughafen (además del aeropuerto de Zurich opera siete otros en Chile y Honduras, el de Bogotá y el de la ciudad india de Bangalore) se quedó con la administración de la terminal de Florianópolis, destino favorito de los veraneantes argentinos, por US$ 27 millones.
Salvo la concesión de Porto Alegre, que es por 25 años, los otros tres se extienden a 30 años.
Las licitaciones recaudaron casi el doble de las ofertas mínimas en la subasta, y por lo tanto fueron consideradas un éxito por el gobierno de Michel Temer, que impulsa una ambicioso plan de privatizaciones de obras de infraestructura como rutas, puertos, ferrocarriles y plantas de saneamiento, así como la explotación de reservas petrolíferas mar adentro.
"Hemos recuperado la credibilidad internacional", escribió el presidente en su cuenta de Twitter.
Igual de optimista se expresó el ministro de Transportes, Puertos y Aviación Civil, Mauricio Quintella. "La subasta fue un tremendo éxito -dijo- Esto demuestra dos cosas: que el gobierno trabaja correctamente y el interés en los activos brasileños".
Con la mira puesta en el transporte aéreo durante el Mundial de Fútbol de 2014, Brasil comenzó a privatizar sus mayores aeropuertos en 2011.
El primero fue el de Natal, al que le siguieron luego los de Brasilia, San Pablo y Campinas, y después los de Río de Janeiro y Belo Horizonte.
La compañía argentina Corporación América, ganadora de las concesiones de las terminales de Natal y Brasilia, estaba en un principio también interesada en participar de la nueva ola de privatizaciones. Sin embargo, a último momento esta semana, la empresa liderada por Eduardo Eurnekian desistió de presentar ofertas; otros grupos también dieron marcha atrás el lunes último, cuando vencía el plazo.
"La decisión se basa en estudios realizados que no evidenciaron un retorno que se condiga con las políticas de inversión de la empresa. La Corporación América reitera su compromiso en los actuales aeropuertos que administra y resalta su interés en continuar invirtiendo en el país", señaló la firma en un comunicado.
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