La ministra de Turismo, Liliam Kechichian, confirmó a El País que la licitación, cuyos pliegos se presentaron en septiembre pasado, fue declarada desierta y que la decisión ya fue comunicada a la única empresa que se presentó.
"Ahora estamos tomando la decisión de qué camino tomar, si volver a hacer una nueva licitación o si hacer una concesión en forma directa que podemos hacerla, porque estamos habilitados. Estamos todavía analizando que vamos a hacer", dijo.
Atrás quedaron distintos interesados, entre ellos estaba el magnate Sulaiman Al-Fahim, de Emiratos Árabes Unidos, un multimillonario, también dueño de un equipo inglés de la Premier League, que visitó el complejo hotelero de Piriápolis en febrero de 2016.
También quedó por el camino Gustavo Torena, más conocido como "El Pato Celeste". El empresario, cercano al expresidente José Mujica, se manifestó interesado en el contrato de concesión pero no se presentó a la licitación.
Si bien la lista de interesados nunca se confirmó, en su momento se mencionó al conductor y estrella de la televisión argentina Marcelo Tinelli como otro de los posibles oferentes por el complejo.
La única oferta fue presentada por Juan Gabriel Méndez, hijo de la familia que viene administrando el hotel desde el año 1977. Su propuesta no incluía la presencia del casino y destacaba la recuperación del comedor principal del hotel que ahora está ocupado por los slots y juegos de mesa.
Además, Méndez planteaba el pago de un canon y un compromiso de obras con una inversión que superada los US$ 20 millones a lo largo de los 30 años que duraría la adjudicación, según confirmaron fuentes empresariales.
El contrato vigente culminó en el año 2014, sin embargo el Ministerio aprobó sucesivas prórrogas para evitar el cierre del complejo, algo que afectaría severamente la infraestructura.
Historia
La piedra fundamental del Argentino Hotel se colocó en el año 1920 con la presencia del entonces presidente Baltsar Brum y el fundador de la ciudad balneario, Francisco Piria.
La obra diseñada por el arquitecto Pedro Guichot, un francés radicado en Buenos Aires, sería inaugurada diez años después, el 24 de diciembre de 1930, pocos meses después del primer campeonato mundial de fútbol organizado por la FIFA en nuestro país.
Piria comenzó la obra del hotel cuando tenía 73 años de edad. Invirtió la increíble suma de cinco millones de pesos de la época. Evidentemente, no esperaba ver un retorno económico por aquella inversión, por lo menos en este plano, según indican los aficionados a la alquimia, actividad que el empresario desarrollaba y exponía en todas sus obras.
Lo cierto es que aquel proyecto generó el más lujoso centro vacacional de América del Sur en los años de 1930. Pero, en particular el edificio fue señalado como "el más fastuoso hotel" de su época. Piria trajo la lencería de hilo de Italia, la vajilla de Alemania, la cristalería de Checoslovaquia y el mobiliario de Austria.
Tiene 300 habitaciones, con capacidad para recibir a 1.200 personas. Su estructura implica 120 metros de frente, con unos 70 metros de fondo y un total de seis plantas. Los planos originales de la obra desaparecieron, no existen en las reparticiones oficiales y tampoco en el archivo del centro hotelero.
En el subsuelo estaba previsto instalar un centro de talasoterapia, un método terapéutico en base a productos marinos tales como agua de mar, algas, barro y otros productos.
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